“La Palabra es la fuente de sentido, ilumina y guía el camino de la comunidad. Sabemos lo necesario que es narrar la historia de la salvación en idiomas y lenguajes que puedan ser bien comprendidos. También la música puede ayudar a que los textos bíblicos hablen en contextos culturales nuevos y diferentes, para que la Palabra divina pueda llegar efectivamente a las mentes y los corazones”, lo dijo el Papa Francisco en su video mensaje a los participantes en el 4° Congreso Internacional de Música Sacra, organizado por el Consejo Pontificio de la Cultura, sobre el tema “Iglesia y música: textos y contextos”.
La Biblia ha inspirado
innumerables expresiones musicales
En sus saludos, el Santo Padre
alentó a los participantes que sus reflexiones, que tienen como tema:
"Textos y contextos", puedan enriquecer a las comunidades eclesiales
y a quienes trabajan en el campo de la música, un ámbito – precisó el Pontífice
– muy importante para la liturgia y la evangelización. Comentando el texto del
profeta Isaías (42,10), el Papa Francisco recordó que, “la Biblia ha inspirado
innumerables expresiones musicales, entre las cuales páginas fundamentales de
la historia de la música – precisó el Papa – ha inspirado una gran variedad de
composiciones en los cinco continentes; e incluso varios compositores
contemporáneos han estudiado los textos sagrados”.
Valorizar el patrimonio y seguir
nuevas formas musicales
Asimismo, el Papa Francisco
recordó que en las últimas décadas, muchas comunidades eclesiales, han sabido
interpretar estos textos siguiendo las nuevas formas musicales, así como
también valorizando el patrimonio antiguo. “De hecho – subrayó el Pontífice –
el patrimonio musical de la Iglesia es muy variado y puede servir, además que a
la liturgia, también en la interpretación en un concierto, en la escuela y en
la catequesis, e incluso en el teatro”.
La pandemia ha reducido la
actividad musical
La actividad en el campo de la
música y la pandemia del Covid-19, fue otro aspecto que mencionó el Santo Padre
en su mensaje, actividad que se ha reducido considerablemente en este tiempo.
Por ello, el pensamiento del Papa se dirige a todos los afectados: a los
músicos, que han visto su vida y su profesión trastocadas por las exigencias
del distanciamiento; a quienes han perdido su trabajo y el contacto social; a
quienes han tenido que hacer frente, en contextos difíciles, los necesarios
momentos de formación, educación y vida comunitaria. Muchos han dedicado
importantes esfuerzos para seguir ofreciendo un servicio musical dotado de
nueva creatividad. Se trata de un compromiso válido no sólo para la Iglesia,
sino también para el horizonte público, para la propia "red", para
quienes trabajan en las salas de conciertos y otros lugares donde la música
está al servicio de la comunidad. “Espero que también este aspecto de la vida
social pueda renacer – alentó el Papa – que volvamos a cantar y tocar y a
disfrutar de la música y el canto juntos”.
Texto y contexto: La Palabra de
Dios y la comunidad
Continuando con su reflexión
sobre el pasaje del profeta Isaías, el Papa Francisco señaló que, un buen
músico conoce el valor del silencio, el valor de la pausa. La alternancia entre
el sonido y el silencio es fructífera y permite la escucha, que desempeña un
papel fundamental en todo diálogo. En este sentido, el Pontífice invitó a los
músicos a afrontar un desafío común, el de escucharse unos a otros. “En la
liturgia estamos invitados a escuchar la Palabra de Dios. La Palabra es nuestro
texto, el texto principal; la comunidad nuestro contexto. La Palabra es la
fuente de sentido, ilumina y guía el camino de la comunidad. Sabemos lo
necesario que es narrar la historia de la salvación en idiomas y lenguajes que
puedan ser bien comprendidos. También la música puede ayudar a que los textos
bíblicos hablen en contextos culturales nuevos y diferentes, para que la
Palabra divina pueda llegar efectivamente a las mentes y los corazones”.
Narrativas atractivas al servicio
de la evangelización
En este sentido, el Santo Padre
resaltó que en el Congreso han decidió prestar atención a las más diversas
formas de música: ya que estas expresan la variedad de las culturas y
comunidades locales, cada una con su propio ethos. Pienso especialmente en
las civilizaciones indígenas, en las que el enfoque de la música se integra con
los demás elementos rituales de la danza y la celebración. En este contexto,
pueden surgir narrativas atractivas al servicio de la evangelización. De hecho,
la experiencia integral del arte musical incluye también la dimensión de la
corporeidad.
La armonía conduce a la sinfonía,
a la fraternidad universal
Antes de
concluir su mensaje, el Papa Francisco dirigió una pregunta a los
participantes, que surge espontáneamente provocada por la pandemia: ¿el
silencio que vivimos está vacío o estamos en proceso de escucha? ¿Permitiremos,
después, la aparición de un canto nuevo? Que el texto y el contexto, ahora
presentes en una nueva forma, concluyó el Pontífice, nos estimulen a reanudar
nuestro camino juntos, porque "la unidad de los corazones se hace más
profunda por la unidad de las voces". Que las voces, instrumentos
musicales y composiciones sigan expresando, en el contexto actual, la armonía
de la voz de Dios, que conduce a la "sinfonía", es decir, a la
fraternidad universal.
Renato Martínez – Ciudad del Vaticano
Vatican News