Javier Cremades |
Fue
capellán de las facultades de Derecho y de Ciencias de la Información de la
Universidad Complutense; fundador de
Caritas Universitaria; miembro del Consejo Presbiteral;
director de los actos centrales de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid
en 2011, rector de la iglesia del Espíritu Santo y del santuario de Torreciudad
y delegado de actos públicos del Arzobispado de
Madrid.
Monseñor
César Franco, obispo de Segovia, que trabajó con Cremades en la Jornada Mundial
de la Juventud 2011, destaca “una creatividad extraordinaria para transmitir el
evangelio, fue un hombre de Dios y un sacerdote de los pies a la cabeza”. Pedro
Díez Antoñanzas, que sucedió a Cremades como rector del santuario de
Torreciudad, señala su “afán por acercar a muchos a Dios a través de la
Virgen”.
Yago de la
Cierva, Director ejecutivo de la JMJ 2011, le recuerda como “un hombre
profundamente enamorado de Cristo” y destaca cómo en la JMJ “sacó
todo el partido a su fantasía y su capacidad de involucrar a personas”.
Belén
Vegas, arquitecta que colaboró con él en iniciativas de evangelización, ha
dicho que “es un sacerdote en el que se refleja la presencia de Cristo. Y este
reflejo divino, como un imán invisible, atrae a las almas”.
El
afán evangelizador de Javier Cremades mostró
iniciativas muy populares, como la difusión de un crucifijo como “la medicina que
todo lo cura”, en una caja con un prospecto destacando sus usos
y ventajas. Cerca de dos millones de unidades puso en circulación el sacerdote.
Tuvo también una gran aceptación la edición de un plano del Metro de
Madrid, adaptado al rezo del Rosario.
El
autor de “Los planes de los Cremades” recordaba que “desde que conocí
a san Josemaría en 1958, vi que además de ser un padrazo, era muy buen
amigo de sus amigos. Le recuerdo hablándonos de libertad: “pensad en todo como
os dé la gana, haced siempre lo que os parezca mejor. Sois libérrimos”.
Cremades recordaba
que un día, en Roma, le dijo: “Cuando yo me muera, cuenta siempre que puedas a
tus hermanos lo mucho que el Padre quería al Papa, sea el que sea. Ahora es
Pablo VI. Pero a este Papa, al siguiente y a todos los que vengan detrás hay
que quererles mucho y sin condiciones. ¡Díselo a tus hermanos!”.
Fuente: ReligionConfidencial