Emotiva carta
enviada a los Reyes Magos por una alumna madrileña que ha visto cómo la
covid-19 ha afectado a su familia.
Sin lugar a dudas las
tradiciones han creado todo un desafío este año 2020 y han significado hacer
una revisión general en muchos aspectos. En lugar de concentrarse en la pérdida
de lo que no se puede hacer, hay personas que están pensando en cómo crear
ideas nuevas que traigan la sensación de un encuentro más tangible que hace
tanta falta.
En un contexto que sigue
abogando por el distanciamiento social, hay personas que se han comprometido a
no permitir que la covid-19 arruine esta época tan especial del año, sobre todo
para los niños. Han decidido crear oportunidades para mantener la tradición
viva y fortalecer una cercanía espiritual con ellos.
Este es el caso del
colegio Nuestra Señora del Sagrado Corazón que pertenece a la Fundación Educativa Franciscanas de Montpellier,
en la ciudad de Madrid. Sus profesores tuvieron la idea de colocar un bonito
buzón para que los niños escriban a los Reyes Magos llegando a recoger un total
de 156 cartas que han sido respondidas por los mismos docentes firmando como
Melchor, Gaspar y Baltasar.
Esta iniciativa escolar ha
acercado a los niños a despertar sentimientos y regalos más profundos además de
juguetes y gracias a algunos corazones generosos, hoy más que nunca los Magos
se han hecho presentes en el colegio. Y no solo en la vida de los niños y sus
familias, sino también en la de los mismos profesores que han tomado un papel
activo en transmitir un mensaje positivo y amoroso para ellos.
Lo único
que pido es…
Las cartas de muchos niños
reflejan la realidad de la vida en este año tan particular. De hecho, una de
las profesoras encontró la de una niña cuyo abuelo y bisabuelo llevaban
bastantes semanas encontrándose muy mal de salud en la UCI.
“Queridos
Reyes Magos: Este año me he portado muy bien y espero que me traigáis muchos
regalos…También, que el abuelo venga a casa y que el bisa (el bisabuelo)
descanse, porfa. Reyes Magos, lo único que pido más es que mi familia sea feliz
y con mucha salud y que mis hermanos tengan muchos regalos. Gracias, Reyes
Magos».
En una temporada navideña
en la que un virus puede separarnos físicamente, si hay algo claro es que no
deberíamos separarnos unos de otros y del “amor de Dios
manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor» (Romanos 8: 38-39). Ese
amor compartido es el motor que hace que la Navidad sea una época que reviva
nuestros valores más profundos y renueve la esperanza.
La pandemia
eventualmente pasará, pero el abrazo de la experiencia de las tradiciones
vividas que alimentan el encuentro afectuoso compartiendo los mejores regalos
como la amistad y la familia, harán que esta fiesta de Reyes se recuerde como
una que brinde muchas lecciones de vida y muchos motivos para salir adelante
entre todos.
Cecilia Zinicola
Fuente: Aleteia