El Papa Francisco ha establecido con un motu proprio que los ministerios del Lector y del Acólito están en adelante también abiertos a las mujeres, de forma estable e institucionalizada con un mandato especial. Las mujeres que leen la Palabra de Dios durante las celebraciones litúrgicas o que realizan un servicio en el altar, como ministras o como dispensadoras de la Eucaristía, no son ciertamente una novedad: en muchas comunidades del mundo son ahora una práctica autorizada por los obispos.
Con el motu
proprio "Spiritus Domini", que modifica el primer párrafo del
canon 230 del Código de Derecho Canónico y que se publica hoy, el Pontífice
establece, por tanto, que las mujeres pueden acceder a estos ministerios y que
se les atribuye también mediante un acto litúrgico que las institucionaliza.
Francisco
especifica que quiso aceptar las recomendaciones que surgieron de varias
asambleas sinodales, escribiendo que "se ha alcanzado en los últimos años
un desarrollo doctrinal que ha puesto de relieve cómo ciertos ministerios
instituidos por la Iglesia tienen como fundamento la condición común de los
bautizados y el sacerdocio real recibido en el sacramento del bautismo".
Por lo tanto, el Papa nos invita a reconocer que estos son ministerios laicos
"esencialmente distintos del ministerio ordenado recibido en el sacramento
del Orden".
La nueva
formulación del canon reza: "Los laicos de una edad y unos dones
determinados por decreto de la Conferencia Episcopal podrán ser empleados
permanentemente, mediante el rito litúrgico establecido, en los ministerios de
lectores y acólitos". Por lo tanto, se suprime la especificación "del
sexo masculino" que se refería a los laicos y que estaba presente en el
texto del Código hasta la modificación de hoy.
El motu
proprio va acompañado de una
carta dirigida al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el
cardenal Luis Ladaria, en la que Francisco explica las razones teológicas de su
elección. El Papa escribe que "en el horizonte de renovación trazado por
el Concilio Vaticano II, hay un creciente sentido de urgencia hoy para
redescubrir la corresponsabilidad de todos los bautizados en la Iglesia, y en
particular la misión de los laicos". Y citando el documento final del
Sínodo para el Amazonas, observa que "para toda la Iglesia, en la variedad
de situaciones, es urgente que los ministerios sean promovidos y conferidos a
hombres y mujeres... Es la Iglesia de los hombres y mujeres bautizados la que
debemos consolidar promoviendo la ministerialidad y, sobre todo, la conciencia de
la dignidad bautismal".
Francisco, en
su carta al cardenal, después de recordar en las palabras de San Juan Pablo II
que "con respecto a los ministerios ordenados la Iglesia no tiene en
absoluto la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres",
añade que "para los ministerios no ordenados es posible, y hoy parece
oportuno, superar esta reserva". El Papa explica que "ofrecer a los
laicos de ambos sexos la posibilidad de acceder a los ministerios de Acolitado
y Lectorado, en virtud de su participación en el sacerdocio bautismal,
aumentará el reconocimiento, también a través de un acto litúrgico
(institución), de la preciosa contribución que desde hace tiempo muchísimos
laicos, incluidas las mujeres, ofrecen a la vida y a la misión de la Iglesia".
Y concluye que "la decisión de conferir estos cargos, que implican
estabilidad, reconocimiento público y el mandato del obispo, también a las
mujeres hace más efectiva la participación de todos en la labor de
evangelización de la Iglesia".
La medida viene
después de una profundización de la reflexión teológica sobre estos
ministerios. La teología posconciliar ha redescubierto de hecho la relevancia
del Lectorado y el Acolitado, no sólo en relación con el sacerdocio ordenado,
sino también y sobre todo en referencia al sacerdocio bautismal. Estos
ministerios forman parte de la dinámica de colaboración recíproca que existe
entre los dos sacerdocios, y han puesto de relieve cada vez más su carácter
propiamente "laico", vinculado al ejercicio del sacerdocio que
pertenece a todos los bautizados como tales.
Vatican News