Tenemos varias carretillas que
son con las que transportamos las cosas, como cajas de fruta, de libros... En
ellas montamos de todo para llevar de un sitio para otro.
Hay una carretilla que no es como
las demás: en la base, además de su plataforma, tiene un “suplemento de
plataforma” para hacer que la base sea mucho más grande. Esta plataforma lo que
hace es darte seguridad al llevar cajas grandes, y también permite llevar dos
filas de cajas. Es curioso, porque todas prefieren esta carretilla con
suplemento.
Y es normal, porque el suplemento
en nuestra vida es lo que hace que todo sea distinto. Hacer lo que tenemos que
hacer está bien y te da mucha paz, pero hacer un poco más te da felicidad.
Ya Jesús nos lo dice: “al que te
pida caminar una milla, anda dos con él; al que te pida la túnica, dale también
el manto...”
Jesús era un hombre con
suplemento porque siempre daba un paso más, y aquí está una de las claves de la
felicidad.
El vivir desde nuestra fe en Jesús
nos hace tener carretilla con suplemento, depende de ti si la quieres usar.
Porque Jesús nos lo muestra cada día. Ahora piensa cuándo alguien ha tenido un
suplemento contigo, cómo te has sentido: querido, valorado, importante,
cuidado. Esto es el amor, lo que hace que vivamos felices. En este tiempo que
nos ha tocado vivir, más que nunca necesitamos suplemento, necesitamos
cuidarnos unos a otros, ser hermanos de verdad, tener gestos de amor y que sea
tu fe en Cristo la que te dé fuerza.
Hoy el reto del amor es tener un
“gesto de suplemento” con alguien que sientas que te necesita.
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma