“El Señor conoce el estado de ánimo de los que lo siguen, y esto no lo deja indiferente. Jesús no abandona jamás a sus amigos; no los olvida nunca”
El Papa Francisco presidió el séptimo
Consistorio de su pontificado, en la víspera del primer domingo de Adviento. 13
nuevos Cardenales han sido creados.
El
Papa recordó que este relato evangélico ha estado presente con frecuencia en
los consistorios y subrayó: “No es sólo un “trasfondo”, sino la “hoja de ruta”
para nosotros que estamos hoy en camino con Jesús, que va delante de nosotros.
Él es la fuerza y el sentido de nuestra vida y de nuestro ministerio”.
Confrontarse con la
Palabra
Francisco
evidencia que en el relato de Marcos los discípulos “estaban asombrados (…)
tenían miedo” y añade: “El Señor conoce el estado de ánimo de los que lo
siguen, y esto no lo deja indiferente. Jesús no abandona jamás a sus amigos; no
los olvida nunca”.
El Papa
añadió: “Sabiendo que el corazón de los discípulos estaba turbado, Jesús llamó
aparte a los Doce y, «otra vez», les dijo «lo que le iba a suceder». Lo hemos
escuchado, dijo el pontífice: “es el tercer anuncio de su pasión, muerte y
resurrección. Este es el
camino del Hijo de Dios. El camino del Siervo del Señor. Jesús se
identifica con este camino, hasta el punto de que Él mismo es este
camino. «Yo soy el camino» (Jn 14,6). Este camino,
no hay otro”.
Este es
otro camino
Justo
después de este momento, dice Francisco, “sucedió un ‘golpe de efecto’” que
permite a Jesús revelarles a todos los apóstoles “el destino que les esperaba”.
Santiago y Juan se acercan a Jesús y le expresan su deseo: «Concédenos
sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda» (v. 37).
Francisco
añadió: “Este es otro
camino. No es el camino de Jesús, es otro. Es el camino de quien, quizás,
sin ni siquiera darse cuenta, “usa” al Señor para promoverse a sí mismo; de
quien —como dice san Pablo— busca su propio interés, no el de Cristo (cf. Flp 2,21)”.
L Papa pone en evidencia que esta situación no era exclusiva de los hijos de
Zebedeo, sino “que todos estaban
tentados de salirse
del camino”.
Estar
vigilantes para permanecer en el camino de Jesús
El Obispo
de Roma subrayó dos movimientos que muchas veces suceden en quienes desean
seguir a Jesús: “Porque con los pies, con el cuerpo podemos estar con Él, pero
nuestro corazón puede estar lejos y llevarnos fuera del camino. Así,
por ejemplo, pensemos en tantos tipos de corrupciones en la vida sacerdotal. el
rojo púrpura del hábito cardenalicio, que es el color de la sangre, se puede
convertir, por el espíritu mundano, en el de una distinción eminente, y ya no
serás más el pastor cercano a la gente. Sentirás que eres sólo la eminencia.
Cuando sientas eso, estarás fuera del camino".
El texto
de Marcos, afirma el Papa, muestra “dos recorridos opuestos. Sólo el Señor, en
realidad, puede salvar a sus amigos desorientados y con el riesgo de perderse;
sólo su cruz y su resurrección. Por ellos y por todos, Él subió a Jerusalén.
Por ellos y por todos, entregó su cuerpo y derramó su sangre. Por ellos y por
todos, resucitó de entre los muertos, y con el don del Espíritu los perdonó y
los transformó. Finalmente, los orientó para que lo siguieran en
su camino”.
El Papa
concluyó la homilía afirmando: “También nosotros, Papa y cardenales, tenemos
que reflejarnos siempre en esta Palabra de verdad. Es una espada afilada, nos
corta, es dolorosa, pero al mismo tiempo nos cura, nos libera, nos convierte.
Conversión es justamente esto: desde fuera del camino, volver al
camino de Dios”.
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