Una tercera parte son laicos, entre los que hay un notario, un comerciante,
una farmacéutica y varios agricultores
De todos ellos, una tercera parte son laicos (39),
entre los que hay un notario, un comerciante de libros y objetos religiosos,
una farmacéutica y varios agricultores; también dos matrimonios y una familia
de madre y dos hijas.
Junto a ellos serán beatificados cuando las
circunstancias lo permitan 79 sacerdotes, cinco seminaristas y cuatro
religiosos.
La mayoría pertenecían a la Adoración Nocturna o a la
Acción Católica, y todos murieron perdonando. Como dijo hace poco el obispo de
la diócesis, Demetrio Fernández, «una legión innumerable» de «testigos
fehacientes» del Evangelio.
El más joven, Antonio Gaitán Perabad, fue martirizado
en El Carpio, su pueblo natal, cuando le faltaban seis días para cumplir 16
años; mientras la más anciana fue la religiosa hija del Patrocinio de María,
María del Consuelo González Rodríguez, martirizada en Baena, a los 86 años.
«Todos ellos murieron perdonando a sus verdugos y fueron muchos a los que se
les ofreció la libertad a cambio de apostatar de su fe, resistiendo los halagos
de quienes les juzgaban», manifestó durante la apertura de la fase diocesana de
la causa, en 2010, el entonces obispo de Córdoba y hoy arzobispo de Sevilla,
Juan José Asenjo.
Siervo de Dios Andrés Manjón
Por otra parte, el Pontífice también ha aceptado el
decreto por el que se reconocen las virtudes heroicas del siervo de Dios Andrés
Majón y Manjón, sacerdote, pedagogo y fundador de las Escuelas del Ave María,
un proyecto revolucionario a nivel pedagógico que comenzó en las cuevas en el
Sacro Monte en Granada.
Fuente: Alfa y Omega