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| Domino público |
El P. Chávez, que fue postulador
de la causa de canonización de San Juan Diego, el vidente de la Virgen de
Guadalupe, señaló que “en su
nombre está su misión”.
Por otra parte, dijo, Guadalupe
tiene “origen árabe” y “su significado es el cauce del río. Ella no es el agua,
sino que lleva. Ella transporta el agua, el agua viva es Jesús”.
Santa María de Guadalupe se
apareció entre el 9 y 12 de diciembre de 1531 al indio San Juan Diego en el
cerro del Tepeyac, y le
Al presentarle el pedido al entonces Obispo
de México, Fray Juan de Zumárraga, San Juan Diego llevó como signo su tilma
llena de rosas aparecidas milagrosamente en el árido Tepeyac. Al abrir la tela,
apareció la imagen de la Virgen de Guadalupe.
La tilma de San Juan Diego con
la imagen original de la Virgen de Guadalupe se conserva hoy en la Basílica de
Guadalupe, en Ciudad de México.
¿Un nombre de origen
indígena?
El P. Chávez respondió también a
quienes sostienen que el nombre de la Virgen de Guadalupe tiene un origen
indígena en la lengua náhuatl, con vocablos como “tequatlanopeuh”,
“cuahtlapcupeuh” o “tequatlasupe”.
Eso, aseguró, “es un
error. Ella siempre dijo
‘Guadalupe’”.
“Vemos documentos incluso
náhuatl en todo el siglo XVI, que tenemos tantos documentos, y también del
siglo XVII, en donde es pronunciado el nombre de Guadalupe”.
El sacerdote mexicano precisó
que si bien la Virgen de Guadalupe no corresponde a la advocación del mismo
nombre que se venera en Extremadura (España), “toma la palabra Guadalupe. Su
nombre es Santa María de Guadalupe. Y lo dice desde los documentos más antiguos”.
En el Nican Mopohua, por
ejemplo, “perfectamente dice Santa María de Guadalupe, y así quiere ser
conocida”.
Frente a quienes difunden el error de que
el nombre tiene un origen náhuatl, el P. Chávez alentó a “difundir la verdad”.
“Hay mucha gente que se abroga, que se hace
sentir como el gran conferencista, la gran conferencista, la que sí sabe, y
nunca han pisado un archivo” y “no han hecho una verdadera y seria
investigación”, criticó.
El director del Instituto de Estudios
Guadalupanos explicó que el error del supuesto origen náhuatl de Guadalupe
surge recién en 1675, más de un siglo después de las apariciones de la Virgen
en el Tepeyac.
“Luis Becerra Tanco, en 1675, mete este
equivoco”, indicó, y lo sustentó en que en náhuatl no existe el sonido “d” ni
la “g”.
“De ahí se origina todo este asunto de un
nombre indígena”, dijo.
Si bien es cierto que estos sonidos no
existen en náhuatl, explicó, tanto Juan Bernardino como Juan Diego “ya habían
sido bautizados desde 1524, así que en sus propios nombres de pila ya tienen la
‘d’. Y la Virgen de Guadalupe nunca dijo soy ‘gelupe’, dijo Guadalupe, Y ese
sonido sí lo tienen los indígenas: Teotihuacán, huacal, aguacate”.
Fuente:
ACI
