![]() |
Las hermanas ‘Sisters of Life’ en el Congreso Católicos y Vida Pública |
En
las conclusiones, los miembros de la Asociación Católica de Propagandistas, así
como los participantes en el Congreso manifiestan públicamente su “disposición
a proteger y defender la vida humana como dice San Pablo (Rom. 12, 21): ‘No te
dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien’”. Y lo
rubrican en un texto de 25 puntos en el que concretan algunas propuestas para
decir sí a la vida humana del concebido no
nacido; sí a la maternidad; sí a la familia; sí a la vida en momentos de
vulnerabilidad; sí
al Evangelio de la vida; sí a la vida en los medios de comunicación; y sí a la
cultura de la vida.
En el acto de clausura del 22 Congreso
Católicos y Vida Pública, que este año se ha celebrado bajo el lema ‘¡El
momento de defender la vida!’,
y que se ha celebrado de forma virtual, con la participación de más
de tres mil participantes online,
han intervenido el vicepresidente de la ACdP, José
Masip Marzá, el
director del Congreso, Rafael Sánchez Saus, y el presidente de la ACdP y del CEU, Alfonso
Bullón de Mendoza.
Previo al cierre de este Congreso, han participado hermanas de ‘Sisters of Life’ una congregación que, a los tres tradicionales, han agregado un cuarto voto: “proteger y realzar el carácter sagrado de la vida humana”. Cuentan, para ello, con el mejor aliado: “el amor de Dios”.
Es lo que encuentran las
personas que acuden a las diferentes misiones de la congregación: “mujeres
que se enfrentan con un embarazo inesperado, mujeres y hombres que sufren los
efectos de un aborto provocado y corazones quebrantados de este tiempo, heridos
por una creciente cultura de la muerte”, ha relatado la hermana
Cristina Duque de Seras.
Si el miedo es “la raíz principal del aborto” la forma de abordarlo no es “suponer nada ni decir a la mujer lo que tiene que hacer”, sino escucharla. “Ella sabe que el bebé está ahí”, sólo necesita “saber que es fuerte, que no está sola que es buena y es amada. Si es capaz de abrir su corazón y reconocer su voluntad, sacará la fuerza”.
Como ha explicado, la llamada de la congregación se dirige a todas
las madres afectadas por la sombra de un aborto: las que piensan en abortar, las que
están a tiempo de interrumpir un aborto en marcha y las que ya han abortado,
una o varias veces. La clave de su recuperación está en reconocer el hecho de
su condición de madre, independientemente de las circunstancias.
La hermana ha sido clara al respecto, los “lazos” de maternidad nacen desde la concepción misma. Por ello, “tanto si tiene a su hijo como si lo da en adopción o aborta, una mujer embarazada es madre. Nosotras la ayudamos a serlo según la circunstancia en que se encuentre”.
Desde el reconocimiento de esta condición, hay cosas que es positivo asumir. La
primera, que es bueno “contar a los no nacidos entre nuestros hijos, ya
que tienen vida plena y son almas eternas”. Por
otro lado, también hay que interiorizar que dar en adopción “no es
abandonar a un hijo”. Al contrario, representa un “amor grande y de
sacrificio”. Aunque
también hay que tener en cuenta que “hablar de adopción a quien va a
abortar y no lo ha propuesto no es adecuado y puede ser contraproducente”. En
suma, la respuesta está en guiarse por la vocación de ese cuarto
voto: “dar la vida para que tengan vida”.
En
el Congreso han participado personalidades como el presidente del Ilustre
Colegio Oficial de Médicos de Madrid, Manuel
Martínez-Sellés quien ha afirmado que es
particularmente cruel que se plantee una ley de eutanasia en un país que tiene
unos cuidados paliativos que están muy infradimensionados”. Así mismo, ha
manifestado su rechazo a cualquier ley a favor de la muerte.
Destacada también ha sido la intervención del director del Observatorio Demográfico CEU, Joaquín Leguina, quien ha apelado al apoyo de las mujeres que desean tener descendientes o que tienen hijos, “a través de una política que evite por todos los medios que se rompan sus carreras profesionales”. Una situación que ha llevado, entre otros aspectos, a una caída en picado de la natalidad en España.
“Hay un problema de
infelicidad porque no se pueden tener convenientemente los hijos que se desean.
Se pone de moda conservar los óvulos para tener los hijos a partir de los 50
años. Un riesgo para la madre y para los hijos”, ha criticado.
Fuente:
ReligionConfidencial