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Papa Francisco |
Encabezan la iniciativa Josep Miró i Ardevol y el
ex ministro Jaime Mayor Oreja,
y cuenta con el apoyo de destacados catedráticos de universidades del Estado y
de universidades católicas, como la Universidad CEU San Pablo, Francisco de
Vitoria y Universidad Católica de Valencia.
Figuran
también ex políticos como María San
Gil, Luis Peral y Eugenio Nasarre, y entre las asociaciones
firmantes se encuentran, One of us, Provida, Villacisneros y Valores y
Sociedad.
El texto, escrito con especial cuidado, y que
incluye una explícito reconocimiento del magisterio del Papa Francisco, “en
fidelidad a la Cátedra de Pedro”, pide al Santo Padre que, “sin hacer
observación alguna sobre el contenido de la audiencia, que sería totalmente
inadecuado por nuestra parte, la Santa
Sede no deje solo en manos de la comunicación gubernamental la difusión del
tratamiento dado a aquellos temas medulares, y su situación y perspectivas en
España: eutanasia, aborto, derechos de los padres, condiciones de la enseñanza
e ideología de género”.
El escrito recuerda que “España vive probablemente su momento más
difícil desde el fin de nuestra terrible Guerra Civil, a causa
de una acumulación de crisis, encabezadas por los efectos de la pandemia y sus
consecuencias sociales y económicas, cuando aún no estaban reparados todos los
daños de la crisis económica del 2008”.
Vivimos -dice- en “en una grave crisis
territorial, social, institucional, y en último término moral, porque parece
que a nuestras instituciones públicas les resulte cada vez más difícil
discernir el bien, actuar con justicia, y saber diferenciar lo necesario de lo
superfluo”.
Se refiere a la tramitación de la eutanasia,
al Informe contrario del Comité de Bioética, a la intención de modificar la ley
del aborto, a la ley de autodeterminación de género y a la ley de educación
“que por vez primera no ha escuchado en trámite a la comunidad
educativa”.
Sobre la ley de Educación, explica que “el
texto contiene los fundamentos para restringir
el derecho de los padres a la educación moral y religiosa de sus hijos,
obligar al adoctrinamiento en la ideología de género, y situar en condiciones
muy difíciles a la escuela concertada (mayoritariamente de iniciativa
cristiana) así como la impartición de la clase de cultura católica en la
escuela”.