El
10 de agosto, cinco días antes de la Fiesta de la Asunción, un día sagrado en
el que se conmemora la ascensión corporal de la Virgen María a los cielos, las
autoridades detuvieron al obispo (Julius) Jia Zhiguo en su hogar
Los niños del orfanato dirigido por el obispo Jia | © Bitter Winter
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El 10 de agosto, cinco días antes de la Fiesta de la Asunción, un día
sagrado en el que se conmemora la ascensión corporal de la Virgen María a los
cielos, las autoridades detuvieron al obispo (Julius) Jia Zhiguo en su hogar
emplazado en la ciudad a nivel de condado de Jinzhou, en la provincia norteña
de Hebei.
Según una fuente
familiarizada con la situación, el obispo fue trasladado a un hotel
local para ser mantenido bajo arresto domiciliario por infringir la regla de
prohibición de celebrar reuniones en lugares de culto para evitar la
propagación del coronavirus. Supuestamente permitió que algunos miembros de la
congregación cantaran himnos en la iglesia la noche del 9 de agosto. Los
funcionarios afirmaron que tales actividades solo pueden ser organizadas si se
cuenta con el permiso del Gobierno local.
Otra fuente informó que el obispo Jia, de 85 años, afirmó lo siguiente
mientras era detenido el 10 de agosto: «No puedo unirme a la APCC, moriré
allí».
El obispo Fan Xueyan consagró a Jia Zhiguo como segundo obispo de la
diócesis de Zhengding, en Hebei, en el año 1981. El mismo fue arrestado varias
veces por negarse a unirse a la APCC y ha pasado una gran cantidad de años en
prisión y bajo arresto domiciliario.
«El obispo ha sido sometido a una vigilancia constante», recordó un
católico de la diócesis. «Tenía que reportarse ante las autoridades a diario,
tomándose una foto a la hora de acostarse. También tenía que tomar fotos de lo
que comía, de dónde había estado y de lo que había hecho. No posee ningún tipo
de libertad».
Durante los últimos meses, el Gobierno ha estado acosando al obispo por
el orfanato que dirige desde hace 30 años. El mismo fue repetidamente
presionado a fin de obligarlo a firmar un acuerdo para que los niños fueran
transferidos a un orfanato estatal. La mitad de los huérfanos, la mayoría de
los cuales son discapacitados y fueron abandonados por sus padres, fueron
retirados del orfanato en el mes de junio, y los funcionarios amenazaron con
retirar a los niños restantes si el obispo y las monjas que los cuidaban no
cooperaban.
El 24 de junio, más de 70 agentes de policía y 25 empleados de una
institución de asistencia social local se presentaron en el orfanato para
llevarse por la fuerza a 25 niños mayores, mientras que a los más pequeños se
les permitió quedarse temporalmente.
Un testigo informó que, ese día, todas las calles que rodeaban la
residencia del obispo fueron bloqueadas y que los funcionarios amenazaron con
castigar a todo el que tomara fotos y las subiera a internet.
Menos de dos semanas después, al obispo se le exigió entregar a los
niños restantes. «Funcionarios del Departamento de Trabajo del Frente Unido
acudieron al lugar casi todos los días del mes de julio para amenazar al
obispo, pero él se negó firmemente a entregar al resto de los niños», le dijo
una fuente a Bitter Winter.
Ante la resistencia del personal y de los niños, uno de los cuales
amenazó con suicidarse si se lo llevaban, los funcionarios detuvieron su
reubicación, pero continuaron hostigando al obispo y a su personal.
«Me siento desconsolado cada vez que recuerdo que se llevaron a mis
amigos», afirmó uno de los huérfanos discapacitados. «Cuando los funcionarios
gubernamentales visitan el orfanato me asusto mucho. Me escondo cada vez que
vienen, por temor a que me lleven a mí también».
Las autoridades también presionaron a las monjas que trabajan en el
orfanato para que abandonaran la residencia del obispo y se unieran a la APCC,
alegando que, sin la aprobación del Gobierno, es un obispo ilegal y que todos
los conventos asociados con él serán clausurados.
Según UCA
News, el obispo Jia Zhiguo «se negó a firmar un documento en el
cual se prohíbe el ingreso de menores de 18 años a las iglesias, lo cual se
estableció como condición para que pudiera reabrir las mismas» luego de que se
levantaran las restricciones implementadas a causa del coronavirus y pudiera
continuar dirigiendo el orfanato. Las autoridades afirman que el obispo Jia y
las monjas nunca podrán cuidar a los niños discapacitados a menos que se unan a
la APCC.
Pero, de hecho,
incluso las organizaciones caritativas para menores y los
orfanatos administrados por lugares religiosos aprobados por el Estado están
siendo prohibidos en China.
Una fuente cercana al obispo Jia afirmó que el mismo cree que el
Gobierno primero sacará a todos los niños del orfanato y luego expulsará a las
monjas y clausurará sus conventos. El objetivo final es abolir la residencia
del obispo y todas las iglesias no aprobadas.
«Mientras los niños estén, las monjas se quedarán en la residencia del
obispo para cuidarlos», explicó un infiltrado en la diócesis. «Si los niños
abandonan el lugar, el Gobierno tendrá una razón para expulsar a las monjas».
Shen
Xinran/Bitter Winter
Fuente: InfoCatólica