Es el deseo del Papa Francisco al retomar las
Audiencias Generales este miércoles 5 de agosto desde la Biblioteca del Palacio
Apostólico
Papa Francisco inicia un nuevo ciclo de Catequesis
para afrontar las cuestiones apremiantes que la pandemia ha puesto de relieve,
sobre todo las enfermedades sociales, “a la luz del Evangelio, de las virtudes
teologales y de los principios de la doctrina social de la Iglesia”.
“Reflexionar
y trabajar todos juntos, como seguidores de Jesús que sana, para construir un
mundo mejor, lleno de esperanza para las generaciones futuras”.
Es el deseo del Papa Francisco al retomar las
Audiencias Generales este miércoles 5 de agosto desde la Biblioteca del Palacio
Apostólico. Luego del receso del mes de julio, el Pontífice inicia un nuevo
ciclo de catequesis para afrontar las cuestiones apremiantes que la pandemia ha
puesto de relieve, sobre todo las enfermedades sociales, “a la luz del
Evangelio, de las virtudes teologales y de los principios de la doctrina social
de la Iglesia”.
La crisis sanitaria
"La pandemia sigue causando heridas profundas,
desenmascarando nuestras vulnerabilidades. Son muchos los difuntos, muchísimos
los enfermos, en todos los continentes. Muchas personas y muchas familias viven
un tiempo de incertidumbre, a causa de los problemas socio-económicos, que
afectan especialmente a los más pobres."
Abrazar la esperanza del Reino
Frente a esta crisis sanitaria, el Papa nos propone “tener
bien fija nuestra mirada en Jesús (cfr Hb 12, 2) y con esta fe abrazar la
esperanza del Reino de Dios que Jesús mismo nos da. Un Reino de sanación y de
salvación que está ya presente en medio de nosotros (cfr Lc 10,11). Un Reino de
justicia y de paz que se manifiesta con obras de caridad, que a su vez aumentan
la esperanza y refuerzan la fe (cfr 1 Cor 13,13)”.
Fe,
esperanza y caridad
Papa Francisco nos recuerda que “en
la tradición cristiana, fe, esperanza y caridad son mucho más que sentimientos
o actitudes”. Como explica el Catecismo de la Iglesia “son virtudes infundidas en
nosotros por la gracia del Espíritu Santo (cfr CCC, 1812-1813)”, son “dones
que nos sanan y que nos hacen sanadores, dones que nos abren a nuevos
horizontes, también mientras navegamos en las difíciles aguas de nuestro tiempo”.
“Un
nuevo encuentro con el Evangelio de la fe, de la esperanza y del amor nos
invita a asumir un espíritu creativo y renovado” explicó el Papa, y
reconociendo que “de
esta manera, seremos capaces de transformar las raíces de nuestras enfermedades
físicas, espirituales y sociales”, sanado las estructuras injustas y sus
prácticas destructivas que nos separan los unos de los otros.
Curación del
paralítico de Cafarnaúm
En el ministerio de Jesús podemos encontrar
muchos ejemplos de sanación. Luego de enumerar algunos de ellos, el Papa
comenta la sanación del paralítico de Cafarnaúm (Mc 2,1-12), leída al comienzo
de la Audiencia:
“Mientras
Jesús está predicando en la entrada de la casa, cuatro hombres llevan a su
amigo paralítico donde Jesús; y como no podían entrar, hacen un agujero en el
techo y descuelgan la camilla delante de él. «Viendo Jesús la fe de ellos, dice
al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados» (v. 5). Y después, como
signo visible, añade: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa» (v. 11)”.
“La
acción de Jesús –dice el Papa- es una respuesta directa a la fe
de esas personas, a la esperanza que depositan en Él, al amor que demuestran
tener los unos por los otros”. Jesús sana toda la totalidad de la persona:
perdona los pecados, renueva la vida del paralítico y la de sus amigos. Fruto
de este encuentro personal y social, se produce una sanación física y
espiritual, afirma Francisco.
Sanar
nuestro mundo de hoy
El Pontífice nos invita a preguntarnos: ¿de
qué modo podemos ayudar a sanar nuestro mundo, hoy? “Como discípulos del Señor Jesús,
médico de las almas y de los cuerpos, estamos llamados a continuar «su obra de
curación y de salvación» (CCC, 1421) en sentido físico, social y espiritual”.
"La
Iglesia, aunque administre la gracia sanadora de Cristo mediante los
Sacramentos, y aunque proporcione servicios sanitarios en los rincones más
remotos del planeta, no es experta en la prevención o en el cuidado de la
pandemia. Y tampoco da indicaciones socio-políticas específicas. Esta es tarea
de los dirigentes políticos y sociales."
Principios
fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia
El Papa recuerda que a lo largo de los
siglos, y a la luz del Evangelio, la Iglesia ha desarrollado algunos principios
fundamentales (cfr Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 160-208),
principios que pueden ayudarnos a ir adelante, para preparar el futuro que
necesitamos: la dignidad de la persona, el bien común, la opción preferencial
por los pobres, la destinación universal de los bienes, la solidaridad, la
subsidiariedad, el cuidado de nuestra casa común. Estos principios expresan las
virtudes de la fe, de la esperanza y del amor. Al mismo tiempo, estos ayudan a
los dirigentes políticos y sociales en su tarea.
Al
final de la Audiencia, el Santo Padre se refirió a lo sucedido en Beirut:
“Ayer
en Beirut, en la zona portuaria, enormes explosiones causaron docenas de
muertos y miles de heridos, y muchas destrucciones graves. Rezamos por las
víctimas y sus familias; y rezamos por el Líbano para que, con el compromiso de
todos sus componentes sociales, políticos y religiosos, pueda afrontar este
trágico y doloroso momento y, con la ayuda de la comunidad internacional,
superar la grave crisis que atraviesa.”
Ciudad del Vaticano
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