Sonrisa
en la mascarilla
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer,
después de una visita, nos tocó limpiar el locutorio; sí, desinfectar y todo
eso.
Mientras
unas recogíamos las cosas, una hermana fue a por la pistola de pulverizar para
pasar todo el locutorio. Cuando entró, descubrimos que se había cambiado la
mascarilla y, en la que traía, llevaba dibujada una sonrisa con dos dientes de
ratón.
Cuando
la miré, no podía parar de reír: en la cara solo se le veían los ojos... y la
sonrisa en la mascarilla. Cuanto más la miraba, más me reía; y pensaba: “¡Con
qué acto tan sencillo me ha sacado una sonrisa!”
En
lo sencillo está la belleza de la vida. Ya Jesús nos lo dice: “Si no volvéis a
ser como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos”.
Y
es verdad que, cuando somos sencillos, disfrutamos con todo. El problema está
en cuanto empiezo a razonar y complico las cosas.
El
COVID, una de las cosas buenas que nos ha traído es la sencillez: cuántas cosas
se nos han caído y nos hemos dado cuenta de que no las necesitamos...
Este
verano está siendo sencillo, y estamos aprendiendo a disfrutar desde lo
sencillo. Pero a veces confundimos “sencillo” con “simple” y no tiene nada que
ver.
Cuando
estás con una persona sencilla, estás bien, te sientes cómodo. Porque te habla
con el corazón y te comparte desde la sencillez de un niño. Jesús, su estilo de
vida, fue muy sencillo y en ello estaba su grandeza.
Jesús,
en Mateo 10,16 nos dice: “Sed sencillos”. Y Jesús nos da la mano para amar,
para mirar con buenos ojos a los que tenemos con nosotros y no tener en nuestro
interior rencores ni menosprecios. Porque Jesús, cuando te dice “sed
sencillos”, te está mostrando un camino para ser feliz. Un camino de nobleza, de
coherencia, de sencillez... un camino de amistad. Porque, para tener amigos, se
necesita ser sencillo.
Hoy
el reto del amor es coger tu mascarilla, un rotulador y dibujarte algo en ella.
Busca una cara de un emoticono y cópiala, o ponte una frase que quieres
transmitir hoy. Que no hables tú, que hoy sea tu mascarilla la que saque una
sonrisa al que te vea. Algo sencillo.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma