EL REY, EN EL HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DEL COVID-19: «HEMOS CONTRAÍDO UN DEBER CÍVICO»

El cardenal Osoro ha pedido que «las familias encuentren paz, alivio y esperanza» y, a todos los españoles, «responsabilidad individual y colectiva» para evitar que el virus vuelva a golpear con virulencia

Foto: EFE / Fernando Alvarado
El arzobispo de Madrid y vicepresidente de la CEE, cardenal Carlos Osoro, y su secretario general, monseñor Luis Argüello, han representado a la Iglesia en el homenaje de Estado a las víctimas de la pandemia, durante el cual el rey Felipe VI ha pedido poner «todo nuestro esfuerzo y empeño», desde «el respeto y el entendimiento», para salir adelante.

El cardenal Carlos Osoro ha pedido la «luz» de Dios para las familias golpeadas por la pandemia de COVID-19, y también «responsabilidad» para evitar que esta golpee de nuevo a la sociedad. 

El arzobispo de Madrid ha compartido con Alfa y Omega sus impresiones con los medios después del homenaje civil a las víctimas de la pandemia celebrado este jueves en el Patio de la Armería del Palacio Real.

El también vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española ha participado en el acto como representante de la Iglesia, junto con el secretario general de la CEE, monseñor Luis Argüello. «Como creyente, pido al Señor que dé su luz a las familias golpeadas por la pandemia para que encuentren paz, alivio y esperanza en su dolor», han sido sus palabras después.

Mirando también al futuro y a la situación actual, con pequeños brotes en todo el país y algunos focos fuera de control, el cardenal Osoro ha pedido responsabilidad «individual y colectiva para evitar, en lo posible», que el coronavirus «vuelva a golpearnos con tanta virulencia».

«Su dolor es el nuestro»

Durante el homenaje de Estado, el rey ha asegurado a los familiares de los fallecidos que «no están solos en su dolor», sino que «lo compartimos» y «nos reconocemos» en él. «Su duelo es el nuestro, que aquí se hace presente ante todos los españoles». Felipe VI ha admitido que el homenaje no puede reparar la tristeza de los que han perdido a un ser querido, pero les ha garantizado que «permanecerán en el recuerdo» y la ciudadanía «no los olvidará».

De entre los fallecidos, ha recordado que la mayoría han sido personas mayores y que formaron parte de una generación «admirable» que trabajó «duro» durante toda su vida «para salir adelante y con una gran ilusión por alcanzar el progreso para sus hijos». Además, contribuyeron a «construir día a día el edificio de la convivencia democrática», con «vocación de concordia».

«Una obligación moral»

«Hemos contraído una obligación moral y un deber cívico» con ellos, ha continuado el jefe del Estado. «La obligación moral de reconocer, respetar y recordar siempre la dignidad de los fallecidos y especialmente el espíritu de esa generación admirable de españoles; y el deber cívico de preservar e impulsar los mejores valores que fundamentan nuestra convivencia», ha afirmado.

La responsabilidad, la fuerza moral, la determinación frente a la adversidad y el espíritu de superación del pueblo español son, a juicio de Felipe VI, los principios que han de guiar el camino a seguir para «afrontar y vencer las dificultades». Convencido de que el país podrá superarlas, el rey ha pedido que todos los españoles pongan «toda nuestra voluntad, nuestra capacidad, todo nuestro saber, todo nuestro esfuerzo y empeño para poder mirar hacia el futuro con confianza y con esperanza. Y hagámoslo desde el respeto y el entendimiento».

Lección de «inmenso valor»

Al acto han asistido los miembros del Gobierno y de los poderes del Estado, todos los presidentes autonómicos, representantes de los partidos, salvo Vox, y los máximos responsables de las instituciones de la UE, así como representantes de la OMS, la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

En su discurso, el monarca ha afirmado que España ha dado «una lección de inmenso valor» durante los meses pasados. Por ello, ha expresado su «inmensa gratitud» a todos los que «han sostenido el pulso» del país en circunstancias difíciles, manteniendo la salud, la seguridad y los servicios esenciales, a todos los que han puesto su trabajo «al servicio del bien común en una crisis que ha puesto a España «a prueba».

Un pueblo responsable

«Es momento de sentirnos orgullosos por la responsabilidad de la que ha dado muestra el conjunto del pueblo español en este tiempo tan duro y difícil», ha afirmado el jefe del Estado. Ha recordado, así, a las «muchas personas en soledad, muchas otras padeciendo la enfermedad en sus casas, y familias enteras, han asumido con una gran entereza, abnegación y disciplina el confinamiento en sus domicilios, sabiendo que su actitud consciente y comprometida era fundamental, y lo sigue siendo, para combatir la pandemia».

Y aunque ha admitido que esta situación «ha sido difícil, muy difícil», porque al miedo por la salud se ha sumado la incertidumbre, el temor por los empleos y el mero cansancio, cree que la sociedad española «ha demostrado su mejor espíritu». Cuando en el futuro se recuerden estos días, ha apuntado, se verán también como «un ejemplo, una vez más» en la historia de España, «de civismo, de madurez, de resistencia, de compromiso con los demás».

«No olvidemos»

Antes del rey, ha tomado la palabra Hernando Fernández Calleja, hermano del periodista José María Calleja, fallecido por coronavirus a finales de abril, quien ha defendido la unidad como «el mejor homenaje» que brindar a quienes murieron por esta enfermedad y ha reivindicado la memoria como «un deber».

«No olvidemos nunca la lección aprendida», ha pedido a los poderes públicos Aroa López Martín, enfermera jefa de Urgencias del hospital Vall d'Hebrón, en una emotiva intervención con la que ha evocado la dura labor de los sanitarios en esta crisis. López Martín ha recordado que quienes estaban detrás de los trajes de protección «no eran héroes, eran personas».

Fuente: Agencias / Alfa y Omega