El
Papa Francisco envía un mensaje a los miembros de Asociación de Prensa Católica
que están celebrando la Conferencia de Medios Católicos por primera vez de
forma virtual desde hoy 30 de junio hasta el próximo 2 de julio 2020
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Por
primera vez en su historia, la Asociación de Prensa Católica ha organizado la
Conferencia de Medios Católicos de manera virtual, debido a la situación
sanitaria por coronavirus. El tema de este año Together While Apart (Juntos
mientras estamos separados) “expresa elocuentemente el sentido de unión
que, paradójicamente, ha surgido de la experiencia de distanciamiento social
impuesta por la pandemia” ha dicho el Papa Francisco en su mensaje dirigido a
los miembros de dicha Asociación. “De hecho – continúa – la experiencia de
estos meses pasados nos ha demostrado que la misión de los medios de
comunicación es esencial para acercar a las personas, acortar las distancias,
proveer la información necesaria y abrir las mentes y los corazones a la verdad”.
Los medios deben proteger
la comunicación, nunca distorsionarla
El
Papa ha dado una clara definición de cómo deberían ser y comportarse los medios
de comunicación en la actualidad: “Necesitamos medios de comunicación capaces
de construir puentes, defender la vida y abatir los muros, visibles e
invisibles, que impiden el diálogo sincero y la comunicación verdadera entre
personas y comunidades”. Pero también se necesitan medios de comunicación – ha
dicho – “que puedan ayudar a las personas, especialmente a los jóvenes, a
distinguir el bien del mal; a desarrollar juicios sólidos basados en una
presentación clara e imparcial de los hechos; y a comprender la importancia de
trabajar por la justicia, la concordia social y el respeto a nuestra casa
común”. Y a esto, ha añadido otra necesidad más: “necesitamos hombres y mujeres
con sólidos valores que protejan la comunicación de todo lo que puede
distorsionarla o desviarla hacia otros propósitos”.
En
su mensaje destaca su invitación a “permanecer unidos” y ser “signo de unidad”
entre ellos y recuerda que no importa el tamaño de un medio de comunicación, lo
que importa es “ser miembros de un mismo cuerpo”: “Como en todo cuerpo, a
menudo son los miembros más pequeños los que, al final, son los más necesarios.
Lo mismo sucede en el cuerpo de Cristo. Cada uno de nosotros, dondequiera que
nos encontremos, está llamado a contribuir, mediante la profesión de la verdad
en el amor, al crecimiento de la Iglesia hasta su plena madurez en Cristo”.
Un buen comunicador se
dedica al bien de los demás en todos los niveles
Además
– dice – “la comunicación no es meramente una cuestión de competencia
profesional” y pone en relieve cuales deben ser las características de un buen
comunicador: “un verdadero comunicador se dedica completamente al bien de los
demás en todos los niveles, desde la vida de cada persona a la vida de toda la
familia humana. No podemos comunicar verdaderamente si no nos involucramos
personalmente, si no podemos testimoniar personalmente la verdad del mensaje
que transmitimos”.
Francisco
además ha evocado sobre los trabajadores de la Asociación “la efusión de los
dones del Espíritu Santo de sabiduría, entendimiento y consejo” pues tal y como
ha explicado: “solamente la mirada del Espíritu nos permite no cerrar los ojos
ante los que sufren y buscar el verdadero bien para todos. Solamente con esa
mirada podemos trabajar eficazmente para superar las enfermedades del racismo,
la injusticia y la indiferencia, que desfiguran el rostro de nuestra común
familia”.
Los comunicadores
cristianos deben reivindicar la verdad
Al
final de su mensaje, destaca su deseo final, para que los miembros de la
Asociación de Prensa Católica través de su dedicación y su trabajo diario,
“puedan ayudar a los demás a contemplar las situaciones y las personas con los
ojos del Espíritu, para cuando nuestro mundo hable apresuradamente con
adjetivos y adverbios, los comunicadores cristianos hablen con sustantivos que
reconozcan y presenten la silenciosa reivindicación de la verdad y promuevan la
dignidad humana y donde el mundo ve conflictos y divisiones, puedan ustedes
mirar a los pobres y a quienes sufren, y dar voz a las súplicas de nuestros
hermanos y hermanas necesitados de misericordia y comprensión”.
Mireia
Bonilla – Ciudad del Vaticano
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