No
hace ruido para hacer el bien
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ya
empiezan los mosquitos a llegar, y a mí me traen de cabeza. La verdad es que,
cuando me pican (que son muchas veces), no solo queda en un picotazo, sino que
me da una reacción alérgica y se me pone fatal; no solo el picor, también rojo
e hinchado y me dura unos días.
Este
año se lo comenté a una amiga, y me dijo:
-Te
voy a mandar un aparato que tienes que poner enchufado a la luz. Emite un
sonido y les ahuyenta.
Me
quede sorprendida. “¿Un sonido? Pero, ¡si lo que quiero es dormir! Porque lo
tendré que poner cerca, ¿no?...”. La verdad es que todas estas preguntas solo
estaban en mi cabeza, a mi amiga no le dije nada; al revés, le di las gracias y
pensé que lo mejor era confiar.
Llegó
el aparato y, al conectarlo, mi sorpresa fue que hacía un sonido, como un
zumbido, tan sutil, que casi no se percibe y lo mejor es que, cuando voy a
descansar, no se oye de lo suave que es, pero es suficiente para que el
mosquito no aparezca.
Este
aparatito me ha hecho pensar mucho cómo no necesita hacer ruido para hacer el
bien. Y Jesús nos dice que, cuando hagamos limosna, “que no sepa tu mano
izquierda lo que hace tu derecha”.
Y
es verdad: para hacer el bien no hay que hacer ruido, lo que se necesita es
amor, y, cuando estás realizando ese bien, mirar a Cristo y ofrecérselo para
que Él lo multiplique.
Porque
el bien es contagioso. Cuando vemos a alguien que nos sonríe, se te contagia la
alegría; cuando alguien te trata con cariño, surge en nosotros el tratar
bien... el bien siempre crea vida.
Jesús
estuvo solo tres años predicando, haciendo el bien… muchas cosas sabemos, pero
otras muchas han quedado para el Cielo. Como en nuestra vida, porque lo que
hacemos no lo hacemos para nosotros ni para los demás, lo hacemos para el
Señor, y Él sí ve todo. Y Él en su amor lo transforma y lo reparte al que más
necesita. Y muchas cosas de las que hacemos quedan para el Cielo. Yo siempre
pienso que en el Cielo nos vamos a llevar muchas buenas sorpresas. En estos
momentos, hay mucha gente haciendo el bien sin hacer ruido.
Hoy
el reto del amor es hacer tres cosas donde el bien brille, pero sin hacer
ruido. Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma