Durante la pandemia de coronavirus la Policía ha interrumpido o suspendido misas en distintos puntos de
España pese a que el punto 11 del Estado de Alarma permitía
mantener abiertos los lugares de culto
Imagen
de los policías con algunos de los feligreses
que
querían ir a misa aquel día / El Norte de Castilla
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Ahora un
Juzgado de Valladolid investigará el suceso que ocurrió en la catedral de la
ciudad castellana el pasado 22 de marzo.
Aquel día varias patrullas de la Policía obligaron a suspender una misa
que se iba a celebrar en la catedral de Valladolid alegando que había
una aglomeración de personas. La realidad es que no eran más de una veintena de
personas para una misa en un templo de grandes dimensiones como el de la
catedral.
La Asociación Española de Abogados Cristianos denunció al delegado del Gobierno
en Castilla y León por un posible delito de “interrupción de culto” recogido
en el artículo 523 del Código Penal al considerar que los policías que llevaron
a cabo dicha operación actuaron cumpliendo sus instrucciones.
Ahora, el Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid ha abierto
diligencias previas por la interrupción de esta celebración religiosa
por lo que investigará si esos hechos fueron constitutivos de delito.
El Estado de Alarma permitía
mantener las iglesias abiertas
Desde Abogados Cristianos explican que el Real Decreto por el que se
declara el estado de alarma dice textualmente en su artículo 11: “La
asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas,
incluidas las fúnebres, se condicionan a la adopción de medidas organizativas
consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las
dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a
los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al
menos, un metro”.
La presidenta de Abogados Cristianos, Polonia
Castellanos, defiende que “en el Real Decreto hay un anexo en el que se detalla
de forma exhaustiva la relación de equipamientos y actividades cuya apertura al
público queda suspendida, entre
las que no se encuentran las iglesias u otros lugares de culto análogos”.
Castellanos recuerda que “el caso de Valladolid no es un caso aislado. Hemos
presentado más de una decena de denuncias en distintas partes de España por
actuaciones similares”. Destaca por ejemplo “la interrupción de una celebración
en la Catedral de Granada”. Y recuerda que “ya se han abierto diligencias por
otros casos similares en Murcia y Madrid también gracias a nuestra denuncia”.
“Consideramos que estas interrupciones de
ceremonias religiosas que han tenido lugar durante el estado de alarma son un
abuso por parte del Gobierno, que está
utilizando la situación para imponer su agenda laicista”.
“Se trata de una persecución religiosa. La reiteración evidencia que no es
algo casual. El gobierno está aprovechando el Estado de Alarma para
acabar con la libertad religiosa”, agrega.
Fuente: ReL