La Comisión de Conferencias Episcopales de Europa (COMECE) ha denunciado
la situación de la población de más edad en el continente ante la pandemia por
coronavirus Covid-19
Muchos ancianos han muerto al no recibir la atención
médica requerida, ya que ante la falta de recursos, dicha atención ha sido
destinada a personas de menos edad.
En la pandemia
actual, las personas mayores representan la parte más vulnerable de nuestras
sociedades. Las estadísticas recientes publicadas por la Organización Mundial
de la Salud (OMS) pintan una realidad dramática: más del 95% de
las muertes debidas al Covid-19 en Europa han sido de personas de 60 años o más,
y hasta el 50% de los fallecimientos han sido de residentes de centros de
atención a largo plazo.
Las personas
mayores tienen los mismos derechos a la vida y a la salud que todos los demás. El artículo
35 de la Carta de la UE establece que «Toda persona tiene derecho a acceder a
la prevención sanitaria y a beneficiarse de la atención sanitaria en las
condiciones establecidas por la legislación y las prácticas nacionales».
Sin embargo, debido a la falta de un número suficiente de unidades de
cuidados intensivos en muchos Estados miembros de la UE, durante las fases más
agudas de la pandemia en curso, los hospitales
se vieron obligados a dar prioridad a los pacientes más jóvenes sobre los más
viejos.
«Las decisiones difíciles en torno a la atención médica para salvar
vidas sólo se evitarán en el futuro si
invertimos sustancialmente en nuestros sistemas de salud y aplicamos políticas
que apoyen verdaderamente a las familias», afirma el P. Manuel
Barrios Prieto, Secretario General de la COMECE.
Como unidad grupal natural y fundamental de la sociedad, la familia debería recibir una atención especial de
la autoridad política, tanto a nivel nacional como de la UE,
«especialmente –continúa el P. Barrios Prieto– aquellas familias con miembros
más vulnerables: jóvenes, ancianos y personas con discapacidades».
Ha llegado el momento de poner fin a la cultura del
despilfarro, dice el Secretario General de la COMECE citando al
Papa Francisco y pidiendo a las autoridades políticas que aborden valientemente
esta cuestión también en el contexto de los grandes cambios demográficos que se
están produciendo en Europa.
La COMECE pide
a la Comisión Europea que presente su informe sobre demografía y el
Libro Verde sobre el envejecimiento, centrándose
especialmente en la situación de los ancianos en la actual pandemia de Covid-19.
Equilibrio
entre familia, trabajo fuera de casa y descanso dominical
Además, el equilibrio
entre la familia y el trabajo y el domingo como día de descanso común son
temas clave para aumentar el sentido de comunidad de nuestra sociedad y mejorar
la forma en que todos cuidamos de los más vulnerables, incluidos los ancianos.
La directiva sobre el equilibrio entre la vida laboral y la vida privada
contiene disposiciones innovadoras sobre la licencia de
los cuidadores. Si bien corresponde a los Estados miembros
aplicar esta disposición de conformidad con los sistemas respectivos, alentamos
a la Comisión a que vele por que las autoridades nacionales adopten
disposiciones nacionales ambiciosas.
Teniendo en cuenta estos desafíos, la COMECE estableció un grupo de
trabajo especial junto con la Federación de Asociaciones Familiares Católicas
de Europa (FAFCE) para elaborar un documento de
reflexión centrado en la atención a las personas de edad y dar forma a los
próximos debates situando en el centro los intereses y
derechos de las personas de mayor edad.
Fuente: COMECE/InfoCatólica