Gracias a
una generosa cadena de solidaridad que incluyó al Papa Francisco, una niña de
Mozambique recibió una silla de ruedas y, por primera vez en su vida, podrá
moverse sin tener que gatear por el suelo, debido a un problema en sus piernas
En su cuenta de Twitter, el misionero
argentino y párroco en la parroquia de San Benedicto de Mangundze, P. Juan
Gabriel Arias, compartió la historia de Laura, una niña de siete años de edad
que desde que nació tiene un problema en las piernas que le impiden caminar con
normalidad.
Este
impedimento hace que, por ejemplo, su mamá tenga que cargarla para que pueda ir
a su colegio que queda a cuatro kilómetros de su casa.
Sin
embargo, el P. Arias indicó que gracias a la donación de la periodista del
L'Osservatore Romano, Silvina Perez, quien regaló la silla de ruedas de su
fallecida madre, la pequeña por fin puede movilizarse con libertad.
“Hoy le cambiamos la vida a Laura. Ella y
su mamá están felices”, se lee en un video compartido por el sacerdote.
Además,
el P. Arias dijo que este regalo llegó desde Italia gracias a la ayuda del Papa
Francisco. “Mi amiga Silvina Perez vive en Italia. La silla de ruedas, me la
trajo el Papa Francisco, cuando visitó Mozambique”, relató.
Del
4 al 10 de septiembre, el Papa Francisco realizó su cuarto viaje a África, que
comprendió a Mozambique, Madagascar y Mauricio; durante este periodo, el P.
Arias instaló una pantalla improvisada en el templo para que los habitantes
puedan ver al Santo Padre.
“Muchas veces se puede cambiar la vida de una
persona sin dinero. Solo ocupándose, haciéndose cargo”, señaló. “Hay muchas
Lauras que necesitan ayuda”, agregó.
El
P. Arias dirige la misión Humanitaria San Benedicto de Mangundze, donde gracias
a las donaciones puede ayudar a muchos niños como Laura a recibir alimentación,
educación, y vestimenta.
El sacerdote visitó por primera vez el país
africano durante una misión en el 2000. Catorce años después decidió vivir en
ese lugar, una pequeña localidad ubicada a 240 kilómetros de Maputo, la capital
del país.
Como señaló en una entrevista a Infobae,
la desnutrición y la baja expectativa de vida son dos grandes problemas en
Mozambique, además de la gran pobreza que impide a muchos ciudadanos a comprar
ropa, y mucho menos una silla de ruedas.
“Por más que haya 13 grados en invierno,
los chicos salen a las cinco de la mañana sin zapatillas para llegar a la
escuela a las 7”, indicó.
Fuente:
ACI