Hola,
buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El
día de mi cumpleaños, una amiga me envió la imagen de este ángel, ¡tan bello y
delicado! En sus manos sostiene una copa de oro y en su mirada, hacia el cielo,
parece ofrecerle a Dios los aromas e incienso que suben de la copa… ¡Me gustaba
tanto, que lo he puesto en la pasta de mi libreta de oración, y así me acompaña
de continuo y lo puedo mirar y contemplar sin cansarme, porque es más lo que
evoca, que lo que representa!…
En
la oración, el Señor me traía su Palabra, del libro del (Apocalipsis 8, 3-5a):
“Llegó
otro ángel y se puso en pie junto al altar, con un incensario de oro, y le
fueron dados muchos perfumes para unirlos a las oraciones de todos los santos,
sobre el altar de oro… El humo de los perfumes subió, con las oraciones de los
santos, de la mano del ángel, a la presencia de Dios”…
¡Y
me di cuenta de que este ser celeste que me regalaron, está representando este
texto de la Palabra de Dios!:
La
copa o el incensario, es como el recipiente de la historia humana, desde donde
suben a la presencia de Dios los aromas de los perfumes e incienso, que son las
alabanzas, bendiciones y acciones de gracias a Dios… Pero estas, no suben solas
a Su presencia, sino que van acompañadas por “las oraciones de los santos”… Y
aquí es donde el Señor, creo que me hacía comprender, que las plegarias
continuas, que se hacen en este momento de tribulación por la Humanidad, son
llevadas por la mano del ángel ante Dios para que se agrade de nuestra
confianza y fe en Él, que es Poderoso y que “todo lo que quiere lo hace”…
¡Y
muchos, pedimos que cese este flagelo de sufrimiento, de tantas soledades,
dolor y enfermedad!…
-“¡Señor,
suba mi oración como incienso en tu presencia!”…
-“¡No deseches mis súplicas, pues solo Tú puedes librarnos de este mal que nos aflige!”…
-“¡No deseches mis súplicas, pues solo Tú puedes librarnos de este mal que nos aflige!”…
-“iSi quieres, Jesús, puedes curarnos!”…
-“¡Tú,
Señor, perdonas nuestras culpas y curas todas nuestras enfermedades!”…
¡Estas
y otras oraciones!…
¡Cuánta
alegría se siente, al saber que, nuestras oraciones, no caen en el vacío, sino
que son llevadas por la mano del ángel, ante nuestro Dios, que es todo
misericordia y bondad!…
Hoy
el reto del amor es redoblar nuestra oración por los que están sufriendo en
esta pandemia, sabiendo que Dios nos escucha y nos asiste…
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma