HOY EL RETO DEL AMOR ES QUE PIDAS AL SEÑOR TENER UN ENCUENTRO CON ÉL

Lo que no se borra

Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Llevábamos días preparando el día de la Madre y, entre otras cosas, quise probar una nueva técnica para personalizar jarrones. Normalmente los calcos que se ponen se hacen bajo pedido, cuecen a una temperatura de 800 grados, pero no... ya no haría falta más: ¡había encontrado un papel que, sin apenas necesitar temperatura, iba a grabar la imagen que quisiésemos sobre cualquier jarrón o superficie!

Efectivamente, tres jarrones preciosos salieron para la Madre Federal, la Madre Priora y la Madre Maestra; cada uno con una Virgen diferente y un mensaje... un descubrimiento tras varias pruebas y peripecias.

Llegó la víspera del día de la Madre y, claro, había que echarles agua para meter las flores que decorarían sus sitios al día siguiente. Abrí el grifo y, ante mis ojos, la imagen de cada jarrón se desvaneció en cuestión de segundos. ¿Imaginas mi cara al verlo?

Después me entró la risa, pues había querido quitar de en medio todo lo necesario para que no se borre: la temperatura, el calco... Sí, puse la imagen, pero no se unificó con el jarrón, a la mínima se desprendió, quedando otra vez en blanco.

Ese jarrón somos nosotros, en blanco; deseando que Cristo se quede grabado de una manera imborrable. A veces pegamos su imagen a poca temperatura con algo que escuchamos de Él, con una conversación, en algo que nos ayuda en el grupo en el que compartimos la Fe... pero viene el agua, una dificultad, y sentimos como que la imagen que tanto anhelamos se borra o difumina.

Para que Cristo sea imborrable en ti, es importante que le busques, que todo lo que te lleve a Él te ayude, pero, sobre todo, que “cuezas” a 1200 grados, que tengas un encuentro con Cristo. El punto de cocción máximo es cuando pasa de la teoría a vivencia, cuando pasa de deslumbrarte a estar vivo y ser real para ti. Es ahí, en ese encuentro, cuando se queda su imagen grabada como si de una huella imborrable se tratase.

Podrás ir, venir... pero nada borra de ti esa vivencia, esa experiencia del Señor. Busca el rostro de Cristo, pídele tener una experiencia profunda de Su amor, y esa huella no se borrará. Que en tu jarrón quede Su imagen impresa.

Hoy el reto del Amor es que pidas al Señor tener un encuentro con Él, una experiencia viva de Su Amor que quede imborrable en ti y, si ya lo has tenido, vuelve a ese momento. Para un momento y háblale de cómo está tu jarrón y qué necesita de Él: ¿consuelo, aliento, presencia...?

VIVE DE CRISTO

Fuente: Dominicas de Lerma