La
verdad oculta
Hola,
buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
por la tarde llegué a la capilla completamente frustrada del día... ¿De esos
días en los que sientes que nada te sale bien? ¡Pues así!
Me
pesaba todo, las tareas, el día, los demás... De repente todo se había vuelto
una carga. Y es que había estado realizando un trabajo, y no me había quedado
del todo bien.
En
medio de esa frustración, acudí a una hermana a enseñarle el trabajo, y me
dijo: “Pero si está bien, ¿dónde está el problema?”
Mis
propias palabras me delataron: “En que no está perfecto”. La verdadera causa de
la frustración dio la cara... ¡El perfeccionismo!
Nunca
me he considerado una persona perfeccionista, pero, poco a poco, me voy dando
cuenta de que todos tenemos algo de esto muy metido dentro. Detrás de él, está
nuestra imagen, nuestros idealismos, nuestros deseos de grandeza...
El
perfeccionismo me estaba impidiendo disfrutar de cada pequeña cosa del día.
Porque, cuando solo estás pendiente de cómo te queda, o de los errores que ves
en ti o en los demás... al final te pierdes todas las cosas maravillosas que
suceden a tu alrededor.
El
Señor, que dijo “el que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel”,
podría decir también: “el que disfruta en lo poco, también en lo mucho
disfrutará”.
Ayer
para mí fue clave poder compartirlo, porque, al oírlo, me di cuenta del
verdadero problema. Hoy ya el día se me planteaba distinto. Porque, cuando
dejas el perfeccionismo a los pies de Cristo y le pides vivir el día de Su
mano, Él te regala descubrir que, en tu pequeña realidad, está tu felicidad.
Hoy
el reto del amor es disfrutar de cada momento de tu día: desde la limpieza al
trabajo, jugar con los niños o el descanso... Cuando le damos la mano a Cristo,
Él nos regala un corazón agradecido, capaz de dejarse asombrar a cada instante.
Y, cuando sientas que la frustración te invade, compártelo con alguien de
confianza para que la verdad salga a la luz.
¡No
te pierdas el regalo de este nuevo día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma