HOY EL RETO DEL AMOR ES VER AL SEÑOR DETRÁS DE CADA IMPREVISTO Y PEDIRLE LUZ PARA PODER SOLUCIONARLOS

Los imprevistos

Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Una de las cosas que más impactada me tiene de este tiempo es la cantidad de imprevistos que están surgiendo, y cómo cada día se intenta ponerles solución; no puedes aplazarlos para más adelante, porque mañana surgirán otros.

La Priora nos ha reunido a la Comunidad y ha querido que dialoguemos cada una lo que está viviendo, sus miedos, sus inquietudes, sus esperanzas, ilusiones... y cómo afrontar juntas esta situación con cada imprevisto (siendo un momento especial para la Comunidad) y qué es lo que cada una quiere y siente. Somos familia, y como familia se dialoga, y juntas caminamos: un tiempo para dar gracias por este regalo que son las hermanas.

En el convento han surgido muchos imprevistos, te comparto algunos:

La Eucaristía; tenerla que ver por Internet. La verdad es que te reconozco que ha sido extraño no ver al sacerdote en el altar, verlo vacío. Pero le daba gracias al Señor porque tenemos estos medios para poder tener la Eucaristía.

Cambios de horarios, para adaptarnos a la nueva situación; pero esto te hace vivir el momento presente.

Otro imprevisto ha sido aprender a hacernos el pan. A las hermanas les encanta comer pan, pues, como había la posibilidad de hacerlo nosotras, no nos lo hemos planteado. Es verdad que los primeros días salió quemadito... pero ahora ya sale perfecto. Cada vez que veo pan en la bandeja, le doy gracias al Señor por ello, cosa que antes lo veía como normal, y no lo valoraba.

El desinfectante nos pilló fuera de juego, y hemos hecho nosotras desinfectante casero: para todas las monjas su botecito, que cada una pueda usarlo. Y le doy gracias al Señor porque alguien pensó en todos y publicó cómo hacerlo. Y también las hermanas torneras pidieron mascarillas, que se han hecho.

La elaboración de las pulseras-detente y su envío; cada poco Correos Express saca nuevas normas y hay que adaptar todo para hacer lo posible para que lleguen, contando con muchos paquetes devueltos por imposibilidad de acceder... pero cada día le pedimos al Señor seguir luchando por llevar esperanza hasta los hogares.

Pero el imprevisto más fuerte es ver el sufrimiento, en la enfermedad, en la muerte, en los trabajadores... y cada día le pedimos al Señor una Palabra de esperanza para todo el que contacta con el Monasterio.

Hoy el reto del amor es ver al Señor detrás de cada imprevisto y pedirle luz para poder solucionarlos. Porque los imprevistos nos enseñan a vivir de la mano del Señor en el momento presente. Como nos dice Jesús: “Cada día tiene su afán...”. Hoy soluciona tres cosas que tengas en la trastienda de imprevistos.

VIVE DE CRISTO

Fuente: Dominicas de Lerma