“El
espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza"
Hola,
buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hoy
a la Madre Priora se le ocurrió la feliz idea de reunirnos a toda la Comunidad,
para compartir, aportando cada una su experiencia, de cómo está viviendo estos
días tan especiales y dramáticos, así como ricos en gracias de Dios y en
valores humanos, que generalmente en tiempo de “tranquilidad y paz”, uno tiene
relegados y a veces, hasta olvidados…
Fue
alrededor de una hora larga, en la que cada una iba hablando y todas
escuchábamos… ¡Y es que fue de lo más sorprendente lo que Dios está diciendo en
cada corazón!... ¡Cada vez que una hermana compartía, dábamos, en nuestro
interior, gracias a Dios, porque nos estaba compartiendo lo mejor que tenía y
esto es lo que en verdad enriquece nuestra fraternidad y vida en común!…
Como
todo lo hacíamos en clima de oración, es decir, sabiendo que “Jesús está en
medio de los que se reúnen en su Nombre”, todo era cálido y de un gran respeto,
amor y acogida…
Os
compartiré brevemente algo de lo mucho que a todas nos ha hecho crecer en fe,
en esperanza y amor a Dios y a todos los hombres, nuestros hermanos, porque
estamos sufriendo un momento fuerte en nuestras vidas y en todo lo que nos
pueda ayudar, debemos dárnoslo mutuamente, con cariño…
-“Este
es un paso de Dios en mi vida, inédito, y me va diciendo en cada momento; pero
no tengo alimento espiritual más que para hoy… ¡Mañana, seguirá hablándome!
Pero el hoy son continuos “mimos” de Dios: nos han regalado una bendición del
Papa, “urbi et orbi”, es decir, que a través de él, Jesús nos bendice, para que
no dudemos de Su Presencia entre nosotros: en nuestra Comunidad, y en tantas
familias, y en los hospitales, entre los enfermos y en el personal que los
cuida, y en todos… ¡Jesús está aquí y a veces se nos olvida!”: “¡SOY YO!”…
-“¡Quiero
ayudar con mi vida a todos los que me necesitan, que ahora son muchos… y tengo
un peso grande en el pecho, que se resuelve en una suplica confiada!… ¡Como
Moisés, que en lo alto del monte oraba a Dios, con las manos levantadas, para
que su pueblo, que luchaba contra los amalecitas, en la llanura, fuera
derrotándolos!… ¡Como así fue, por su oración de intercesión!”…
-“Nuestro
trabajo de cerámica ahora no es oportuno. Dios inspiró a Lety, el hacer
pulseras de: “¡Detente, el corazón de Jesús está contigo!”, que las hacemos por
la mañana, y es un trabajo que nos une a los enfermos y a los que sufren, y las
pulseras les llenan de confianza y fe en el Corazón de Jesús, que es todo
misericordia y poderoso”…
Eran
quince testimonios que no te voy a relatar, pero sí animarte, como reto del
amor, para que te reúnas hoy con los tuyos, con los que estás compartiendo todo
en el hogar, para que cada uno, desde su corazón, cuente cómo vive todo esto y
qué descubre, qué le aporta a su fe y amor a Dios y a los hermanos…
¡Jesús no nos abandona en esta situación penosa!... ¡Confiemos, sin vacilar!...
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma