Imágenes inéditas de documentos
presentes en los archivos del Vaticano apenas abiertos sobre el
pontificado Pío XII (1876-1958)
A continuación,
una pequeña muestra de lo que los investigadores podrán encontrar sobre uno de
los papados más expuestos al rigor histórico. Hemos revisado apenas algunos
documentos, en los que emerge un cuadro clarificador de la figura de Pío XII.
Obviamente, serán los investigadores e historiadores a tener la última palabra.
Aleteia ha tenido acceso, el pasado 27 de
febrero, a los espacios del depósito de los Archivos Vaticanos y a 10 documentos ‘seleccionados’ del
pontificado de Eugenio Maria Giuseppe
Pacelli.
Por ejemplo, los
historiadores podrán estudiar la carta de julio de 1944, en la que Margarethe
Bach, hija del Rabino de Viena, agradeció a Pío XII por la ayuda recibida y en
la que dice que en las próximas fiestas hebraicas rezará, junto con su padre,
por el papa.
Otro de los
documentos a los que tuvimos acceso, ha sido la petición de audiencia del
Rabino Jefe de Tierra Santa Yitzhak Herzog a Pío XII en abril de 1939 (Ver
galería fotográfica – documento 3 y 4).
A partir del
2 de marzo de 2020, el Vaticano ha abierto el Archivo Apostolico y otros
archivos de la Santa Sede con los documentos completos del pontificado de Pío
XII (1939-1958), inaugurando una autopista de información, posiblemente, según
algunas voces vaticanas, en dirección a su canonización.
El
pontificado de Pacelli navegó en aguas turbulentas del siglo XX, desde la Segunda
Guerra Mundial hasta la Guerra Fría, un período de veinte
años, en el cual se encuentran muchos males que persisten: antisemitismo,
belicismo, colonialismo, comunismo, fascismo, segregacionismo,
y un largo ‘etc’ de horrores marcados con sangre.
El dilema historiográfico alrededor de la figura de papa Pío XII,
especialmente atacado por el llamado “silencio” en
torno a la persecución de los hebreos por parte del nazismo, ahora podrá tener
mayores luces a partir de pruebas concretas.
Odio nazi contra la
iglesia
Pacelli que fue nuncio papal en Alemania,
entre 1917 y 1930, en Baviera, primero,
y en la República de Weimar, vivió el periodo del recrudecimiento de la
propaganda, la violencia nazi y sus tácticas para callar a sus adversarios,
especialmente a la iglesia alemana. El cardenal Pacelli no era ya bien visto
por los nazi.
En este
sentido, en el archivo apenas abierto, es posible ver esa propaganda del odio,
visible en el periódico de las S.S (la policía represiva de Hitler), “Das
Schwarse Corps” del 22 de julio 1937 en la
que es visible una caricatura satírica que muestra al cardenal Pacelli mientras
abraza una mujer, con semblanzas semitas, que representa Francia y el
Comunismo.
Los obispos
de la Iglesia católica también fueron blanco de esta persecución. Así se
constata en un cartel de mayo de 1939, puesto durante el camino hacia Mühldorf
del cardenal Michael Faulhaber con el escrito “Fort
mit Faulhaber, dem Judenfreund! Dem Handlanger Moskaus!”, “Dejadlo ya con
Faulhaber, el amigo de lo Hebreos, la mano larga de Moscú”.
Otros
documentos evidencian que Pió XII durante la Segunda
Guerra Mundial ha ayudado a salvar miles de personas judías desde la
prudencia, al mismo tiempo que aumentaba la represalia nazi para los enemigos
del régimen.
Represalias nazis
Pío XII seguía de cerca los horrores de las
masacres y las represalias nazi. En marzo de 1944, se observa en la
documentación a la que se tuvo acceso, la lista de los fucilados en las Fosas
Ardeatine que papa Pacelli tuvo entre sus manos para luego
encomendar sus almas a Dios.
Esa masacre
fue una represalia nazi, ordenada en persona por
Hitler a raíz de un ataque de un grupo partisano el 23 de marzo de ese mismo
año, en Roma, Via Rasella.
El blanco fue
un batallón del Polizeiregiment Bozen.
El ataque fue llevado a cabo por 18 partisanos; emplearon un artefacto explosivo
casero. La explosión causó la muerte instantánea de 28 policías y dos civiles
italianos. Los partisanos lograron huir indemnes mezclándose entre los
transeúntes.
Hitler se enteró del hecho y mandó ejecutar
como represalia 10 italianos por alemán muerto, aunque al final se redondeó la suma a 335
civiles. La matanza fue organizada y dirigida por Herbert Kappler. comandante
de la Gestapo en Roma y responsable de la redada del gueto judío en 1943.
Caridad del papa
En el archivo hay varios documentos sobre
la caridad del Papa y emerge también la figura de un papa que actuaba con
discreción también en este sentido, sin querer publicidad. Para la muestra, la
carta de agradecimiento de los niños alemanes necesitados por los regalos enviados
a ellos por parte del Papa Pío XII con motivo de la Primera Comunión de
enero-abril de 1948 (Ver
galería fotográfica n.3).
Discurso pacificador
El 29 de junio de 1943, se pueden ver las
notas o borrador de la Encíclica “Mystici Corporis” sobre el cuerpo místico de
la Iglesia, con correcciones de Pío XII (Ver galería fotográfica n.7).
Se trata de
la encíclica emitida en plena segunda guerra mundial. Un documento muy debatido
durante y después del Concilio Vaticano II. La Iglesia cuerpo vivo, argumentó
el Papa, no es ni puramente físico, ni una unidad puramente espiritual, sino
sobrenatural.
24 de
diciembre de 1944, otro documento verificado, el borrador del radio mensaje
natalicio de Pío XII, con correcciones autógrafas. Un papa preocupado por un
mundo en llamas y, una alusión a lo que el mundo reconocería posteriormente:
“Si jamás una generación ha tenido que sentir en el fondo de la conciencia el
grito: «Guerra a la guerra», esa es, sin duda alguna, la actual”.
En su mensaje
de navidad de dos años antes, lamentó el destino de “esos cientos de miles, que
sin ninguna culpa propia, a veces solo por su nacionalidad o raza, son marcados
por muerte o extinción progresiva”.
Versatilidad intelectual
Este aspecto de su versatilidad intelectual
y sensibilidad pastoral también puede ser estudiado en detalle en los fondos de
archivo que ahora están disponibles para su consulta por los
estudiosos. Pío XII se reunió con un enorme número y variedad de personas,
durante su pontificado, y no sólo en el Año Santo de 1950.
Por ejemplo,
en 1952, casi medio millón de personas fueron recibidas en público: huérfanos de guerra y amputados, granjeros,
mineros, deportistas, periodistas y psicólogos deportivos, médicos, artistas,
astrónomos… Con el fin de ofrecer a todos un mensaje de comprensión y
estímulo, el Papa preparó meticulosamente sus discursos, que aún hoy en día
destacan por su altísimo nivel de contenido deontológico, técnico y científico.
20 años de historia
Los casi veinte años de pontificado de
Eugenio Pacelli, complejos y dramáticos, abarcan la Segunda
Guerra Mundial, la reconstrucción, la oposición de los bloques occidentales y
orientales pero también instancias y fermentos nacidos en este período en la
Iglesia y la sociedad y desarrollados en los años siguientes.
Según la dirección
de los Archivos Apostólicos Vaticanos, la importancia de la apertura consiste
en la posibilidad que se ofrece a los estudiosos de acceder a todas las fuentes
estudiando estos y otros problemas desde un punto de vista que hasta ahora no
era posible.
Los años del
pontificado paceliano también se caracterizan por una marcada globalización de
la sociedad y la apertura de la Iglesia a una dimensión menos eurocéntrica y
más universal.
Verdad
Asimismo, se encontrarán documentos que
mostrarán los esfuerzos realizados para tratar de responder a las peticiones de
ayuda para la salvación de los perseguidos y los necesitados en peligro de sus
vidas, según dijo a Vatican News, el arzobispo Mons. Paul
Richard Gallagher, Secretario de Relaciones con los Estados.
Ahora los
historiadores, judíos, o no de otras religiones podrán verificar si
efectivamente, como sostienen
sus críticos, tal como el historiador John Cornwell, Pío XII fue el “papa
ideal” para los planes mortales de Hitler, como describe en un libro muy vendido:
El Papa de Hitler. A razón de los pocos documentos que hemos podido observar,
no hay nada que temer: la verdad saldrá a la luz.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia