Son tan sencillas, que están a tu alcance
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Dominio publico |
La finalidad del ayuno
es crear conciencia. A menudo consumimos alimentos, bebidas, entretenimiento y
experiencias de una manera enajenante. En lugar de probar la naranja, bajémosle
al volumen. En ocasiones la música se convierte en un ruido molesto cuando en
realidad puede ser algo que motive el alma.
También podemos ayunar del ruido
para que así creemos conciencia. Primero, creemos conciencia respecto a nuestra
propia vida. Después, seamos conscientes de nuestra total dependencia de Dios
respecto a cada uno de los dones y regalos que tenemos en la vida.
35. Ayune de comer por
comer, esto es, ni siquiera se moleste en probarlo.
36. Ayune de trabajar
demasiado. Descubra su personalidad al margen de su trabajo.
37. Al menos un día de
la Cuaresma, ayune de todo, excepto líquidos (primero verifique esto con su
doctor).
38. Ayune de ver su
programa favorito durante una semana o durante toda la Cuaresma.
39. Ayune del ruido.
Mantenga el silencio en casa durante una hora por la mañana y por la noche,
como una forma de dar la bienvenida a la presencia de Dios en su vida y en su
hogar.
40. Durante la Cuaresma
medite en cómo somos tentados por los pecados capitales (soberbia, avaricia,
envidia, ira, lujuria, gula y pereza) y en el efecto que generan en nuestra
vida diaria.
41. Ayune de llenar su
agenda de actividades. Deje un tiempo libre.
42. Ayune del mitote.
43. Ayune de los hábitos
aparentemente inofensivos pero que lo meten en problemas.
44. Ayune de la luz.
Siéntese cerca de una veladora y apague las luces de su casa. Recuerde que
Jesús es la luz del mundo.
45. Escoja un día para
que ayune de utilizar aparatos electrónicos.
46. Ayune de juzgar a
los demás. Mientras intenta evitarlo, note la frecuencia con que se siente
inclinado a este comportamiento a lo largo del día.
47. Ayune de dejar todo
para después. Si tiene una responsabilidad, pídale a Dios que le ayude a
cumplirla.
48. Ayune de querer
vivir una Cuaresma perfecta. Permanezca abierto a la espontaneidad.
49. Ayune de llamadas
telefónicas irrelevantes durante un día.
50. Ayune de escuchar su
MP3 o iPod para que se dé tiempo de escuchar los sonidos de la naturaleza que
lo rodea.
51. Si tiende a aislarse
de los demás, ayune de los comportamientos separatistas.
52. Ayune de silenciar
la alarma de su reloj. Levántese y dedique ese tiempo a la oración.
53. Ayune de comer
postres.
54. Ayune de no comprar
absolutamente nada, por ningún medio, durante un día.
55. Si es posible, ayune
de conducir rápido. Utilice un medio alternativo de transporte, ya sea caminar,
tomar el autobús o utilizar su bicicleta.
56. Ayune de las cosas
rutinarias que pierden su sentido. Por ejemplo, utilice una ruta diferente para
ir a su trabajo, aun cuando requiera más tiempo o distancia.
57. Conecte la vida
parroquial con su vida familiar. Cubra sus imágenes, retírelas durante la
Cuaresma, promueva el silencio.
58. Ayune de criticar a
los demás verbalmente o en silencio. Procure entenderlos.
59. Ayune de enviar
correos electrónicos o mensajes de texto por lo menos un día.
60. Ayune de estarse
quejando. Descubra la cantidad de veces que se ve tentado a quejarse.
61. Ayune de evadir los
problemas o de ahogarse en un vaso de agua, dependiendo de su tendencia.
62. Ayune de estarse
comparando con los demás. Esto lleva a la desolación y la separación de los
demás, en lugar de sentirnos uno sólo en Dios.
63. Ayune de buscar el
reconocimiento por lo bueno que hace.
64. Ayune de
preocuparse. Confíe en Dios.
65. Ayune por un día de
la necesidad de controlar parte de su vida, como el control remoto, por
ejemplo.
66. Ayune del hábito,
sustancia, práctica o actitud que obstaculiza su crecimiento en su relación con
Dios.
Fuente: Oleada Jóven