HOY EL RETO DEL AMOR ES QUE CAMINES CON EL CALCETÍN QUE TRABAJA, QUE ESTUDIA O QUE VIVE CONTIGO

Sin “compañero” no se camina

Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Cuando de la lavadora me sale un calcetín desparejado, voy a una bolsa en la que hay unos cuantos más de otras veces, y busco a ver si aparece su “compañero”.

Ayer tuve que buscar el compañero de un calcetín aparentemente nuevo, sin agujeros ni remiendos. Y nada, no había manera de encontrarlo. “Qué curioso”, me dije, “parece que vale, que está perfecto, pero sin el otro... no es nada”. Y es que un calcetín necesita de otro calcetín que le acompañe en el caminar.

Muchas veces a mí me ocurre lo mismo que a esos calcetines que se pierden: me sobran las ideas, ocurrencias y me escapo de la lavadora a hacer una cosa, otra... y, ¿sabes? De repente me veo saltando a la “pata coja”, pues he dejado atrás a mi “compañero”, a aquel que el Señor me ha puesto para poder caminar.

Todos tenemos una Misión a lo largo del día, pero, cuidado... ¡no estamos solos en ella! Cristo te pone hermanos que caminan contigo, “calcetines” dispuestos a dar el otro paso. Pero si no les vemos, si les dejamos atrás, si nuestras ideas se vuelven arrolladoras, si impera el “yo puedo hacerlo”... nos salimos de la lavadora y nos perdemos lo más importante: caminar con los hermanos, dejar que ellos tomen parte en cada paso y hagan el caminar más ligero y enriquecedor.

Jesús continuamente construía Comunidad, buscó discípulos que estuviesen cerca de Él, no vivió en solitario: les esperaba, escuchaba, en ocasiones también les corregía, pero, sobre todo, les dejó un mandamiento: “amaos los unos a los otros”. Siempre primaba el Amor y las personas a la eficacia.

Hoy el reto del Amor es que camines con el calcetín que trabaja, que estudia o que vive contigo. Cuando le veas, mírale: ¿cómo está? Y, después, compártele tus ideas desde una actitud de escucha. Que hoy camines con los dos pies desde el Amor, y descubrirás cómo el camino se hace diferente junto al hermano y todo lo que puede aportar.

VIVE DE CRISTO

Fuente: Dominicas de Lerma