Perspectiva
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Como
te hemos comentado alguna vez, en el Monasterio, mientras comemos, una hermana
lee alguna revista con noticias de la Iglesia. Sin embargo, las últimas
semanas, la revista quedaba siempre aplazada.
Cartas
del obispo, del Maestro de la Orden, normas del estado de alarma, avisos de la
parroquia...
Ayer,
finalmente, no había ningún documento urgente que leer, así que la hermana
retomó la revista. Me impresionó. Aquellas páginas, que en su momento eran pura
actualidad, ahora ya no eran reales: eventos de Semana Santa, los encuentros
previstos del Papa para marzo y abril, fechas de encuentros de jóvenes...
Cuando
lo escribieron, los periodistas daban por sentado que todo aquello iba a
suceder, y muy pronto. Nadie podía imaginar que, en realidad, muy pronto todo
estaría suspendido.
Entonces
me vino a la mente la Palabra del Señor: “El hombre hace planes, pero es el
Señor quien guía sus pasos” (Pr 16, 1).
Personalmente,
me gusta proyectar, calcular, imaginar el futuro... tiendo a vivir con el
calendario en la mano, mirando a distancia, a lo lejos del camino. Sin embargo,
Cristo está en el siguiente paso, en ese tramo tan cortito que llamamos “hoy”.
Seguramente
también tu agenda ha quedado “patas arriba” y te enfrentas a una realidad
inesperada. Para poder afrontarla con alegría, necesitamos volcarnos a tope en
este paso, en el “hoy”.
Es
cierto, es algo muy pequeño, pero es la clave. Porque solo en el presente
puedes descubrir a Jesucristo vivo. Porque solo en el presente puedes actuar.
Porque en el presente el Cielo y la tierra se tocan. Y porque el presente, el
paso de hoy, orienta el camino de mañana.
No
desprecies este pequeño paso que el Señor te ofrece en este día. En esta
situación exigente, daLe la mano y apuesta por dar lo mejor de ti: apuesta por
seguir amando.
Hoy
el reto del amor es disfrutar. Ya sea con las tareas de casa, comiendo con los
tuyos o en una llamada de teléfono... pídele a Jesucristo vivir cada instante
al máximo. Deja en Sus manos lo que vendrá después, ¡y vive con Cristo cada
paso!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma