Este 4 de febrero se ha celebrado el Día Mundial
contra el Cáncer, una oportunidad para renovar los esfuerzos para prevenir esta
enfermedad que cada año cobra la vida de millones de personas y que, a veces,
lleva a algunos a sacrificar su propia vida para salvar a otros
Estas seis madres decidieron dar todo para
salvar a sus hijos.
1. Santa Gianna Beretta Molla
Gianna fue la décima de trece hijos, de una
familia de clase media de Lombardía en el norte de Italia. Estudió medicina y
se especializó en pediatría, profesión que compaginó con su tarea de madre de
familia.
Su esposo Pietro Molla recordó que cuando
Gianna se dio cuenta durante su embarazo de que un gran fibroma estaba
creciendo dentro de ella, su primera reacción "fue pedir que se salvara el
niño que tenía en su seno".
Los médicos le aconsejaron operarla para
salvarle la vida, así como un aborto terapéutico y la extirpación del fibroma.
Le dijeron que más adelante podría tener otros hijos, pero “Gianna eligió la
solución que era más arriesgada para ella".
Gianna falleció el 28 de abril de 1962, con
39 años de edad, una semana después de haber dado a luz.
Fue beatificada por San Juan Pablo II el 24
de abril de 1994, Año Internacional de la Familia; y canonizada por el mismo
pontífice el 16 de mayo de 2004.
2. Cecilia Perrín
Cecilia Perrín falleció el 1 de marzo de
1985, a la edad de 28 años, luego de entregar su vida por la de su hija al no
permitir que le practicaran un aborto.
A Cecilia le detectaron cáncer en febrero
de 1984 cuando estaba embarazada. Su hija Agustina nació en julio de ese mismo
año y Cecilia falleció ocho meses después ya que su enfermedad había avanzado
mucho y no había modo de curarla.
El 10 de noviembre de 2005, la Santa Sede
la declaró Sierva de Dios, dando así el consentimiento para que se inicie su
causa de beatificación y canonización.
3. Bárbara Castro
Bárbara Castro García, periodista de la
delegación de medios del Obispado de Córdoba (España), falleció el 4 de julio
de 2012, víctima de un cáncer de lengua. Bárbara se negó a recibir el
tratamiento que le habría salvado la vida, pues implicaba la muerte del bebé
que llevaba en su seno.
Ignacio Cabezas, su esposo, declaró que
Bárbara dio su vida por amor "hacia su hija, hacia mí y hacia Dios",
por lo que ahora está dispuesto a "honrarla como ella merece".
Ignacio dijo que el sacrificio de su esposa
servirá "para dar testimonio" a favor de la vida.
4. Lorraine Alard
"Si voy a morir, mi bebé vivirá".
Con estas palabras, Lorraine Allard, una madre inglesa de 33 años de edad,
respondió a los médicos que le plantearon abortar al hijo que esperaba para
someterla a un tratamiento de quimioterapia contra el avanzado cáncer de hígado
que padecía en 2008.
Lorraine y Martyn Allard tenían tres niñas:
Leah, Amy y Courtney, de diez, ocho y casi 2 años respectivamente, cuando
supieron que esperaba a Liam, su primer hijo varón que nació prematuramente.
"Los médicos nos dijeron que el cáncer
no tenía cura, aunque trataron de disminuir los tumores. El día que murió,
Lorraine llevaba dos semanas sin comer y no podía beber. Su muerte fue muy
pacífica, me tomó la mano y nos abrazamos, su corazón se apagó", recuerda
Martyn.
5. Elizabeth Joice
Elizabeth Joice sacrificó su vida por
salvar a la bebé que llevaba en el vientre. Esta valiente madre falleció el 9
de marzo de 2014 luego de negarse a recibir un procedimiento que le habría
permitido enfrentar la enfermedad, pero que podría haber causado la muerte de
su bebé.
La historia ocurrió en Nueva York (Estados
Unidos). Tres años antes a Elizabeth le diagnosticaron cáncer en los pulmones.
Cuando aparentemente había superado la enfermedad y a pesar que los médicos le
dijeron que era imposible que tuviera hijos, concibió a una bebé a la que
llamaron Lily.
Solo un mes después de saber que estaba
embarazada, los médicos descubrieron que el cáncer había regresado con más
fuerza. Le practicaron una operación de emergencia para retirar el nuevo tumor,
pero se negó a ser sometida a resonancias magnéticas posteriores para no
arriesgar la vida del bebé que llevaba en el vientre.
Con el apoyo de su esposo Max, la mujer
resistió la enfermedad hasta que la bebé cumplió siete meses de gestación. Dio
a luz en enero de 2014 y luchó durante las siguientes seis semanas por su vida,
hasta que falleció el 9 de marzo.
6. Sarah Wickline Hull
Hace más de 10 años Sarah Wickline Hull fue
diagnosticada con cáncer durante su embarazo, y pese a que los médicos la
presionaron para que se realizara un aborto, prefirió arriesgar su vida antes
que perder a su pequeña hija. Hoy más que nunca, agradece esa decisión.
Sarah, de 40 años, ya no tiene cáncer y su
hija es una niña feliz y saludable de 10 años. Actualmente vive junto a su
esposo Patrick Hull y sus dos hijas en Luisiana (Estados Unidos).
En entrevista con ACI Prensa, Sarah contó
que padeció de “linfoma anaplásico de células grandes”, un tipo de linfoma no
Hodgkin poco frecuente y agresivo, que afecta a los ganglios linfáticos y
regiones extraganglionares como huesos, médula ósea, tejido subcutáneo,
pulmones, bazo e hígado.
También contó que es conversa al
catolicismo y que su fe la ayudó a salir adelante y afrontar los momentos más
difíciles.
“Me convertí en 2007 y a mí me
diagnosticaron cáncer en 2008. Si no hubiera tenido fe no sé cómo hubiera
logrado atravesar todo esto, especialmente por la enseñanza de la Iglesia sobre
el sufrimiento: el saber ofrecerlo por otros”, explicó.