Siempre
cerca
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Cuando
rezamos, ponemos cuadernillos para que, todo el que se acerque a participar de
la liturgia con nosotras, pueda seguirlo por escrito.
A
fuerza de años preparando estos cuadernos, nos hemos juntado con una enorme
cantidad... que estaban dispersos por todo el Monasterio.
Este
año, nos han dado permiso para aprovechar el altillo del armario de las capas.
Pero no como un lugar más... El desafío era guardar todos los cuadernos ahí.
Era un reto, pues, objetivamente, es un espacio pequeño... pero con una enorme
ventaja: tiene una posición estratégicamente perfecta, cerca tanto de la
capilla como de la iglesia.
¿Cómo
hacerlo? ¡¡Con cajas!! Y el Señor nos puso a una buena amiga que nos regaló
unas preciosas. Tras muchas cábalas y varias pruebas de colocación, ¡lo
conseguimos!
De
pronto, el Señor me hizo descubrir que, esto mismo... ¡es lo que le sucede a
Él!
Su
amor por ti es tan fuerte, que no soportaba la idea de estar lejos. ¡Quiso que
pudieras tenerle siempre a mano! Aunque eso supusiese buscar un lugar pequeño,
aunque eso significara arriesgarse por completo... Pero Cristo quería que, cada
vez que le busques, le encuentres. Quiere estar cerca.
¿Sabes
qué solución encontró?
¡¡El
milagro de la Eucaristía!! ¡El Sagrario es su posición estratégica!
Decidió
quedarse ahí por ti, aun sabiendo que quizá no le visitarías... Pero Cristo
prefirió arriesgarse del todo, con tal de poder estar a tu lado. Asume años de
silencio y soledad... para que, en el instante que le necesites, tener la
alegría de estar ahí. Eso es amor.
Hoy
el reto del amor es que busques al Señor en el Sagrario. ¿Sabes cuál es la
iglesia, capilla... más cercana a ti? Hoy pasa unos minutos con Jesús, y
asómbrate de hasta dónde está dispuesto a llegar por estar a tu lado. ¡Feliz
día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma