Puntas
blancas
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Nosotras,
en la Liturgia de las Horas, cuando cantamos “Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo”, hacemos una inclinación de medio cuerpo (no bajamos solo la
cabeza, sino que doblamos también el tronco).
Pues
bien, ayer, en la inclinación, en vez de mirar la partitura, los ojos se me
fueron a los zapatos de la monja de enfrente, y me di cuenta de que tenía la
punta blanca. Inmediatamente miré a la de al lado, ¡y también! Así me puse a
mirar, y te diré que solo dos no tenían la puntera blanca.
Mi
cabeza rápidamente pensó: “Normal, estamos de obras”, pero luego me he dado
cuenta de que se ponen blancas de tanto hacer la genuflexión. Sin embargo mi
cabeza también me decía: “Hoy, domingo, ya podían haberse limpiado los
zapatos”.
Dentro
de mí había un dilema, dos caminos: el del juicio, de por qué no están limpios
los zapatos; y el de ver que están blancos del polvo de las obras y por hacer la
genuflexión: dando gloria al Señor se han manchado. Puedo quedarme en el no o
en el sí; en el juicio o en la acción de gracias. Dentro de mí están los dos
caminos, y el Señor me deja libertad para para elegir.
Cuántas
veces por la apariencia nos metemos en una espiral de juicios de la que luego
no podemos salir. Es verdad que tendremos toda la razón, pero no tenemos amor,
porque el juicio destruye el amor. Donde hay juicio, lo que hay es amor propio.
Por
ello Jesús nos insiste tanto en que no nos juzguemos, que nos amemos, que el
amor da vida, el amor construye, el amor siempre ve lo bueno. Teniendo la vida
en nuestras manos, ¿por qué elegir la muerte?
Solo
el Señor ve el corazón. Por ello, si quieres ser feliz, saca el juicio de tu
vida, no dejes que acampe en tu corazón, porque lo único que hará será
secártela. Deja que sea la acción de gracias la que viva en tu corazón, viendo
Su mano amorosa en todo aquello que te ocurra. La acción de gracias ensancha el
alma y el corazón.
Hoy
el reto del amor es cambiar en tres ocasiones el juicio que te salga por amor.
Apuesta por el amor, y verás cómo tu corazón hoy late más fuerte. Luchar por el
bien es fuente de sabiduría.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma