La
familia es un ámbito propicio para ejercer las virtudes propias de la
convivencia humana
A
pocos días de celebrarse la fiesta de la Sagrada Familia, el Obispo de Córdoba
(España), Mons. Demetrio Fernández, afirmó que la familia, tal como Dios la ha
pensado, es escuela y camino de santidad, y el ámbito propicio para ejercer las
virtudes propias de la convivencia humana.
“Qué
bonita es la familia, tal como Dios la ha pensado, como un reflejo de su
comunión de amor trinitario”, afirmó el Prelado este 26 de diciembre en su
carta semanal. “En la familia –señaló–, cada uno de los miembros vive para los
demás, se alimenta de esas relaciones y crece en el amor verdadero,
entregándose por amor”.
“De
esta manera, la familia es escuela y camino de santidad. Puesto que la santidad
consiste en parecerse a Dios, la familia es un ámbito propicio para ejercer las
virtudes propias de la convivencia humana”, añadió.
En
su carta, Mons. Fernández explicó que es en el hogar donde los esposos aprenden
a entregarse mutuamente, “buscando que el otro sea feliz y llegue a Dios”.
Además, es donde los padres velan porque los hijos “crezcan sanos de cuerpo y
alma”, respirando el amor verdadero y aprendiendo “a hacer de su vida una
entrega generosa”.
Asimismo,
indicó, los abuelos aportan “sabiduría y paciencia como lubrificante de las
relaciones familiares”, mientras los nietos aman y ofrecen ternura a los
mayores. “Todo eso va configurando una trama de santidad en las relaciones de
unos con otros, donde el sacrificio no echa para atrás, sino estimula a la
generosidad de la entrega”, afirmó.
Tras
destacar las iniciativas en la Diócesis de Córdoba a favor de la familia, Mons.
Fernández indicó que “el Espíritu Santo suscita en su Iglesia nuevos carismas y
formas para vivir el matrimonio como un camino de santidad”. Las amenazas y los
riesgos son muchos, pero “la gracia de Dios es mayor y convierte todo eso en
nuevas oportunidades de crecimiento”, afirmó.
“Educación
para el amor, desde la niñez hasta el matrimonio o la vida consagrada. Apertura
a la vida, que garantiza el relevo generacional. Atención a los mayores, tanto
más necesaria cuando mayor sea su desvalimiento. Apoyo constante a los jóvenes
para que afronten el futuro con esperanza. La familia es el lugar idóneo para
acompañar y sostener a cada uno en el camino de la vida, la familia es
verdadera escuela y camino de santidad”, añadió.
“Teniendo
a la Sagrada Familia de Nazaret -Jesús, María y José- como referente, pedimos
hoy especialmente por nuestras familias, para que reine en ellas el amor de
Dios y cada uno de sus miembros llegue a la santidad plena a la que Dios nos
llama”, culminó Mons. Fernández.
Fuente:
ACI Prensa