Tu
rincón
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El
viernes fue inevitable volver al Noviciado y coger la cámara de fotos.
Necesitaba de alguna manera inmortalizar el momento. Y es que cada monja estaba
decorando su oficio, preparándose para la Navidad.
Una
cortaba ramas en la huerta, otra llevaba cajas, otra estaba bloqueada en la
disposición de las casitas de su Nacimiento, otras ponían luces... Pero lo que
más me impresionó es que, cuando me acercaba a ellas, me explicaban por qué
estaban poniendo así las cosas, y me daban una auténtica catequesis hablándome
de sus vivencias componiendo el Belén. Eso no era decoración, era... oración.
Cada
una estaba expresando lo que tenía dentro, para, en los días que se acercan de
Navidad, poder, al mirar el decorado, mirar al Niño, orar con lo que a cada una
le ayuda. Viendo el decorado, podrías adivinar de quién es cada zona, porque
cada una se expresa como es, y las hay más sobrias, más creativas...
Palpé
el valor de decorar en estos días como una manera de sumergirte en lo más
profundo de la Navidad, de dejarte ayudar por lo que te rodea para mirar al
Niño.
Después
de sacar unas cuántas fotos, corrí a buscar el pesebre donde pondré al Niño el
24 por la noche y las luces que lo adornarán. Y me pregunté: ¿qué me quiere
decir esta Navidad? ¿Qué me puede ayudar a mí y a las que lo miren?
Ya
habrás decorado la casa pero, ¿has decorado tu rincón? Ese rincón en el que
puedas orar, con el que te configures para contemplar a Jesús...
Hoy
el reto del amor es que decores tu rincón, tu mesilla de noche... ese rincón
para ti y para Jesús. Que en estos días tu rincón te lleve a besar al Niño, a
cogerle... a hablarle de lo que tienes en el corazón; un rincón con Vida y
sabor a la verdadera Navidad.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma