Hola,
buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Subí
pasadas las ocho de la mañana a la celda, después de la oración y… ¡oh
maravilla, a la izquierda de mi ventana, vi un resplandor de luz muy tenue!...
Mi celda da al sur… Entonces abrí la venta y me asomé… ¡Y vi algo espléndido!:
¡Estaba saliendo el sol!… ¡Y era todavía más bello porque el cielo estaba todo
cubierto de densas nubes, menos esa franja del horizonte, donde el sol
lentamente aparecía!... ¡Tomé enseguida la tablet y saqué varias fotos!… Con la
cámara hice pararse esta imagen, porque deseaba contemplarla…
Estamos
a un día de la Navidad y hace poco hemos cantado, en una antífona: “El Salvador
del mundo aparecerá, como el sol naciente… Descenderá al seno de la Virgen”…
¡¡Así
que era una imagen perfecta: ascenderá, como el sol naciente, y descenderá al
seno de María!!…
¡Qué
bien encajaba todo: la creación del mundo, la aparición de la luz, el descenso
de la Palabra de Dios a la tierra y su nacimiento en un lugar de la misma, en
Belén de Judá!…
Y
no pude quitarme esta imagen del sol y de la Palabra en todo el día…
Hace
unos años, un dominico, misionero en Japón, Corea, Timor, etc., nos puso unas
diapositivas en que se veía una familia de cinco miembros, los padres y tres
niños, todos adorando la salida del sol y postrados en tierra ante tan
maravilloso milagro… ¡Por supuesto, no habían oído hablar de Jesucristo, el
Hijo de Dios!... ¡Impresionaba ver el respeto y las ceremonias, ante el sol!,
¡una criatura muda!… ¡Yo me he sentido una privilegiada, por adorar y alabar al
verdadero Sol de Santidad!...
¡Qué
buenos estos días para profundizar en el Misterio de Dios, que se ha abajado,
haciéndose un niño en Belén, por amor a mí!…
Hoy,
el reto del amor es dar gracias a Dios, por conocerle en Jesús y poder adorarlo
como el Dios verdadero…
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma