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consejos importantes
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Parto de la Palabra de Dios en Santiago 5:16: “Confesaos,
pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos por los otros, para que seáis
curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder.”
La oración
efectiva tiene más que ver con quien reza que con la oración que se dice. De
hecho, lo que dice la Escritura es exactamente esto: mucho
puede, por su efectividad, la súplica de los justos.
¿Dios escucha nuestras oraciones?
Si somos justos y estamos en paz,
seguramente Dios escuchará todas nuestras oraciones y todo será sanación y
liberación para nosotros.
Existen
algunos medios que son importantes para administrar esta oración o buscar la
curación y la liberación de todo mal físico.
Necesitamos tener
una intimidad con Dios y estar al día con los sacramentos. Confesión
frecuentemente, celebrar la Santa Misa, hacer adoración del Santísimo
Sacramento … Considerarse hijo de Dios y estar dispuesto a servir al Señor y a
construir el Reino del Padre.
Es importante
tener intimidad
con la Palabra de Dios. Es necesario orar con la Palabra,
leerla diariamente. Aunque sea solo un versículo, pero convirtámoslo en la base
de nuestras vidas.
Entonces podemos hacer la oración de mortificación como el ayuno y
la caridad,
porque nos da una gran fuerza en cada lucha
de oración por la curación y la liberación.
Otro punto
importante que debemos reflexionar para buscar la curación y la liberación hace
referencia al Espíritu Santo. La
oración diaria al Espíritu de Dios ayuda a la comunicación y la intimidad con
Él.
Hay que
buscar una dependencia total y absoluta del Espíritu Santo, que en sí mismo es
una fuente muy poderosa de curación y liberación.
Consejos para rezar la oración de liberación
Primero, recordar, en la oración de
liberación, decir el nombre (yo), bautizado y por los méritos de mi bautismo en
comunión con la Iglesia en la persona del Papa.
Segundo,
invocar el nombre, las heridas y la Sangre de Jesús, ya que no podemos
encontrar la liberación y la sanación fuera del nombre de Jesús. Invoquemos
también la poderosa intercesión de la Virgen María, especialmente por sus
lágrimas de sangre, como lo demuestra en su aparición en Salette.
Tercero:
después de la invocación, recurre al poder de combate de los arcángeles y los
ángeles, especialmente invocando el poder de combate de San Miguel Arcángel.
Hay demonios que solo pueden ser destruidos por el poder de lucha de san Miguel
Arcángel.
Así podemos
hacer esta oración.
Muchas
personas piensan que si la oración de curación y liberación se da en un
momento, serán sanadas y liberadas.
Siempre
seremos liberados y sanados, pero no debemos olvidar que estamos en el mundo y
somos presas de error, debilidad, vicio y debilidades de la carne.
Por lo tanto, la oración de curación y
liberación debe ser permanente, diaria y constante, como muestra de nuestra dependencia total
y absoluta de la misericordia del Señor.
Por Ironi Spuldaro, vía Canção Nova
Fuente:
Aleteia