El Papa Francisco reveló su devoción a
Santa Teresita del Niño Jesús (Santa Teresita de Lisieux) quien aseguró lo
acompaña y lo ha acompañado en cada paso de su vida
El Papa Francisco y Santa Teresita del Niño Jesús.
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
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“Esta Teresa, ahora, acompaña a un
anciano. Y quiero dar testimonio de esto, quiero dar testimonio porque ella me
ha acompañado, en cada paso me acompaña. Me ha enseñado a dar los pasos”,
confió el Santo Padre durante una predicación espontánea de más de media hora
que impartió a casi 100 religiosas de clausura.
Se trató de la visita que el Papa
Francisco realizó al Monasterio de clausura de monjas carmelitas en
Antananaribo (capital de Madagascar) en el que rezó con casi 100 religiosas
contemplativas procedentes de los diferentes monasterios de todo el país
quienes, por excepción, salieron
de sus claustros para encontrar al Pontífice.
Por ello, tras rezar la hora media, el
Santo Padre abrió su corazón a las religiosas para relatarles en forma
espontánea su devoción a Santa Teresita del Niño Jesús y las enseñanzas de la
Santa en su vida.
Santa Teresita es “una amiga fiel, por
eso, no he querido hablarles de teorías, he querido hablarles de mi experiencia con una Santa, y
decirles qué es capaz de hacer una santa y cuál es el camino para ser santas”,
dijo el Papa quien las animó a ir hacia adelante con valentía.
A su llegada, el Pontífice fue recibido por la priora del monasterio, sor María
Magdalena de la Anunciación, quien saludó en francés a nombre de todos los
presentes para darle la bienvenida al Papa.
Después, el Papa Francisco rezó la hora
media con ellas y al finalizar, les entregó
la homilía
escrita que había preparado para ellas “para que la pudieran
leer, meditar tranquilas”, mientras que señaló que quería
decirles “algo del corazón” porque para “seguir al Señor se requiere valentía”
aunque “es verdad que el trabajo más pesado lo realiza Él, pero si requiere
valentía para dejarlo actuar”, afirmó.
Tras contarles la historia de dos monjas,
una anciana y una joven, el Pontífice explicó: “esta no es una fábula, es una
historia verdadera” la joven se llamaba sor Teresa del Niño Jesús y destacó
diversas enseñanzas:
1. “La caridad en las
pequeñas y en las grandes cosas. El
camino de la perfección se encuentra en estos pequeños pasos en
el camino de la obediencia”.
2. “La valentía de hacer
los pequeños pasos, la valentía de creer que, a través de mi pequeñez, Dios es feliz y
cumple la salvación el mundo”.
3. “Si tú quieres
cambiar no solo el monasterio, no sólo la vida religiosa, cambiar y salvar con
Jesús, salvar el mundo, comienza
con estos pequeños actos de amor, de renuncia a ti mismo, que
encarcelan a Dios”.
4. “La mundanidad no es una monja de clausura,
más bien, es una cabra que va por sus caminos, que lleva afuera de la
clausura”.
5. “Cuando te lleguen
pensamientos de mundanidad, cierra la puerta y piensa en los pequeños actos de amor:
estos salvan el mundo”.
6. “Los diablos ‘educados’ suenan la campana…
El tentador no quiere ser descubierto, por eso viene disfrazado de persona
noble, educada”.
7. “Este consejo les
doy: hablen inmediatamente, hablen
a tiempo, cuando hay algo que les quita la tranquilidad, no
digo la paz, sino todavía antes, la tranquilidad, después la paz”.
8. “Siempre la
transparencia del corazón. Hablando siempre se vence. Es verdad, se necesita
reconocer que no todas
las prioras son el premio Nobel de la simpatía”.
9. “Para la tentación, para
la lucha espiritual, el
ejercicio de la caridad no va en jubilación: hasta el final
deberás luchar. Hasta el final. También en la obscuridad… En esta lucha -cruel
pero bella- cuando es verdadera, no se pierde la paz”.
10. “¡Ojalá todas fueran niñas en el
espíritu, ojalá! Con
aquella dimensión de infancia el Señor ama tanto”.
Por último, el Papa Francisco destacó que
al final de la vida de Santa Teresita se enfermó y “poco a poco, le parecía
haber perdido la fe” y subrayó que eso lo ocurrió a Santa Teresita quien “en su vida había
sabido apartar los diablos educados”. Por ello, el Papa
concluyó que: “se requiere la caridad, la oración. La caridad de pedir un
consejo a tiempo, de escuchar… Y la oración con el Señor, la oración: ¿Señor,
es verdad que esto que estoy sintiendo, esto que me dice la serpiente, es
verdad?”.
POR MERCEDES DE
LA TORRE
Fuente: ACI