El
centro de control
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
La
verdad es que nunca había visto de cerca cómo funciona la televisión, cómo se
coordinan las cámaras, los tiempos... He descubierto que hay un lugar que se
llama “control”; en este caso, una furgoneta llena de pantallas con una persona
que controlaba todo el despliegue de cámaras, luces... dando directrices y
organizando. Ahí se unifica el programa.
Desde
el control se da entrada a la cámara que graba en ese momento, se mantiene el
contacto con todos los que participan en la grabación, se solucionan los
imprevistos... es el punto desde el que se aglutina y hace que todo vaya en la
misma dirección.
A
lo largo del día, vivimos muchas cosas: situaciones que entran por distintas
cámaras con nuestra familia, amigos, trabajo, problemas sin solucionar...
cuántas cosas, ¿verdad? Pero ahí tenemos esa furgoneta que unifica, que ordena,
que hace que todo vuelva a su cauce para hacer de nuestra vida una auténtica
superproducción en la que apuestes por vivir desde el Amor.
Parar
un rato cada día, orar lo que vives con tanta rapidez, hace que el corazón
descanse. Dejar que todo vaya a “control”, a esa “furgoneta” que siempre está
disponible, y dejar que se ordene bajo la mirada de Cristo. Orar es dejar que
Cristo lleve el programa, que mueva tu corazón a buscar aquellas tomas que te
llevan a vivir desde el Amor, a mantener tu mirada en Él. Orar es dejar que
Cristo ordene y reconstruya tu corazón en todo lo que estás viviendo.
Hoy
el reto del Amor es que busques una iglesia, tu furgoneta de “control” más
cercana, y hables con Cristo de aquello que hoy entrará por las cámaras que
habrá en tu día: piscina, playa, montaña... Y Él, ¿qué te pone en el corazón
para el día de hoy? Quizá pedir perdón a la persona con la que ayer discutiste,
acercarte o llamar a quien tienes cerca y está sufriendo. Puede que se salga de
tus planes, pero verás que la película que hoy produzcas, si lo haces de Su
mano, te llenará de gozo y paz.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma