Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
estaba recogiendo la celda y vi mis gafas. Sí, tengo gafas, aunque nunca me las
pongo porque siempre las pierdo o me las dejo olvidadas. Las necesito para
lejos, pero no es que no vea... eso no me pasa, lo que ocurre es que de lejos
no veo claro, está borroso. Si las monjas del coro de enfrente me hacen una
señal por algo, siempre creo que me sonríen.
Al
encontrar las gafas, hoy me las he puesto, y me he quedado sorprendida de la
claridad y nitidez que daban a mi visión. Impresionante: podía ver de lejos
hasta detalles inimaginables. Y, además, me hacen cara de buena...
Cuando
me las he quitado, mientras las guardaba, le decía al Señor: “Esta es la fe,
ver con nitidez”.
Cuando
dejo que Jesús esté en mi día, esto es lo que me pasa: que todo se vuelve
claro. Pero, ¿qué me ocurre cuando no dejo a Jesús que viva conmigo el día? Por
supuesto que puedo hacer muchas cosas, pero todo lo veo borroso, todo me cansa,
convivir con las hermanas se me hace una montaña, cualquier cosa que me piden
me cuesta, el trabajo le hago porque toca... Claro que vivo el día, aunque
envuelto en esa niebla en la que puedes caminar, pero sin claridad.
Sin
embargo, cuando confío en Jesús y le dejo a Él que lleve mi vida, las cosas
cambian, se hace claro todo. Es verdad que todo seguirá siendo lo mismo, tu
jefe te contestará mal, el calor el día no disminuirá... pero, dentro de ti,
todo es distinto, porque Cristo te da una mirada nueva, te quita la niebla de
los ojos y, con su muerte y Resurrección por ti, hace que todo se transforme.
Los hermanos, la familia... serán tu gozo; en el trabajo encontrarás la alegría
de servir. Todo cambia cuando Cristo te da su mirada. Todo se vuelve nítido.
Hoy
el reto del amor es dar la mano a Cristo, dejar el día en Él y confiar. Y
ahora, con su mirada, ayuda a una persona mayor en algo: cruzar una calle,
llevarle la compra, hacerle un favor. Descubre con una mirada nueva a Cristo en
esa persona mayor que tienes a tu lado.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma