EN LOS ÚLTIMOS TRES AÑOS CÁRITAS AYUDÓ A SALVAR LA VIDA DE 5 MILLONES DE VENEZOLANOS

Mejoró la tasa de recuperación de niños con desnutrición

Cristal Montanez-(CC BY-SA 2.0)
Aleteia brinda en exclusiva adelantos y detalles del Plan de Respuesta Humanitaria que organismos internacionales discuten actualmente en la frontera entre Colombia y Venezuela, como respuesta conjunta ante la grave crisis humanitaria de la nación sudamericana.

Desde la frontera colombo venezolana, donde se encuentra afinando detalles para el plan conjunto de respuesta humanitaria, la directora de Cáritas, Janeth Márquez, conversó en exclusiva con Aleteia sobre detalles de la propuesta de atención que adelantan los organismos internacionales en los que la Iglesia Católica juega un rol fundamental.

El borrador del documento recuerda que desde el año 2016, el trabajo de la institución social de la Iglesia, junto al de muchas organizaciones de la sociedad civil, “ha permitido visibilizar las graves condiciones de vida de nuestra gente más pobre en Venezuela”. Y hace recuento del sistema de monitoreo enfocado en niños de entre 0 y 5 años de edad necesidad de protección.

Tras señalar que activaron la alarma “ante el deterioro de la situación alimentaria”, sostiene que fue implementado el programa social “Ollas Comunitarias” en al menos 2.000 puntos de todo el país, mientras en paralelo han entregado cinco millones (5.000.000) de medicamentos, al tiempo que se ha denunciado el severo “deterioro de la calidad de vida de los venezolanos”.

La labor humanitaria en el trienio avanzó durante los años 2017 y 2018 cuando se emprendió una ambiciosa “carrera de atención a las zonas más vulnerables con diversos proyectos”, a partir de “una estrategia de acción y respuesta de la Iglesia, apoyada en nuestras Cáritas y por el Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO)”.

Este trabajo, explica Márquez a Aleteia, “ha permitido ayudar a más de 5.000.000 de personas; así como acompañarles y crear rutas de servicio. Además, activamos la construcción de protocolos de atención validados por las comunidades y logramos el fortalecimiento de nuestra red local”. 


Ejército de voluntades con más de 20 mil activistas 

Gracias a ese esfuerzo sostenido, la red de acción social de la Iglesia Católica en Venezuela hoy brinda servicio en casi todo el territorio nacional “con más de 36 Caritas Diocesanas, 412 CaritasParroquiales y un equipo de activistas que supera los 20.000 voluntarios”.

A finales del año 2018 y durante lo que va de 2019, participan en el equipo coordinador humanitario que ejecuta el Plan de Respuesta Humanitaria, animado por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

El objetivo, explica Cáritas, “es impulsar un conjunto de acciones que mejoren nuestro alcance. Y establecer un espacio de coordinación con el objetivo común de trabajar a favor de la vida de millones de venezolanos”.

Igualmente, permite brindar un espacio a los venezolanos, “donde nos ocupamos de los más vulnerables, sumando aportes de todos los actores; al tiempo que se evidencia la humanidad, la independencia, la imparcialidad y la neutralidad cuando queremos salvar vidas”.

La clave es la humildad para el trabajo conjunto, según se desprende del informe al que Aleteia tuvo acceso y que aún no ha sido presentado.  En él se detalla que han trabajado “muy de la mano con el Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO) y con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)”.

Además, la cooperación y la mesa común incluye al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en la atención de niños con desnutrición, refugiados y población que urge atención en temas de salud.

En este aspecto, sostienen que “el acompañamiento técnico y la dotación de suministros han sido fundamentales para mejorar la capacidad de respuesta de nuestra organización”. 

Mejoró la tasa de recuperación de niños con desnutrición

Entre las buenas noticias que comparte Janeth Márquez con Aleteia desde la frontera, afirma que “esto nos ha permitido mejorar la tasa de recuperación de niños con desnutrición, atender con mejores condiciones a la población vulnerable en el área de salud, y acompañar a nuestros migrantes con mejores estrategias”.

El Plan de Respuesta Humanitaria “visibiliza una acción mancomunada organizada, donde Naciones Unidas, las ONG internacionales, las ONG nacionales y las universidades se sientan juntas e identifican las necesidades más urgentes de la población”.

En cuanto a ¿cuáles son las necesidades humanitarias en Venezuela?, se reitera que “al menos siete (7) millones de venezolanos necesitan algún tipo de asistencia humanitaria. El acceso a alimentos, nutrición, agua potable, medicamentos y atención médica es limitado; en particular fuera de Caracas”.

Aclara sin embargo que aún cuando “es cierto que las ONG han diagnosticado un número mayor de personas con necesidad, en el Plan de Respuesta Humanitaria llegamos a un consenso mínimo que nos permite tener un horizonte compartido”.

El plan de acción “busca responder a 2,6 millones de personas vulnerables; niños, jóvenes, mujeres y hombres de 10 estados que fueron priorizados. La intervención se realizará a través de 98 Organizaciones: 9 de NNUU, 9 ONGI, 46 ONG y 2 universidades. Requiere una inversión de 223 millones de dólares”.

 Aporte de la Iglesia ha sido fundamental para salvar vidas

Frente al Plan de Respuesta Humanitaria, Cáritas reconoce el esfuerzo de un trabajo mancomunado “que logra consensos mínimos para trabajar en conjunto. Considera que Venezuela necesita de estas experiencias, donde actores importantes se sientan para entre todos, buscar un horizonte común. Hoy ese horizonte común es salvar vidas”.

Destaca que “el gran aporte del trabajo conjunto es entender que el Plan debe apuntar sobre todo al fortalecimiento de los actores locales, los cuales constituyen un activo muy importante” que debe capacitarse y visibilizarse.

Los actores no solo buscan ser socios de las Naciones Unidas, sino también ser protagonistas de proyectos propios con el ánimo de brindar mayor impacto social y mejores resultados sostenidos en el tiempo.

Recuerda igualmente que “el aporte de la Iglesia Católica y de las ONG ha sido fundamental en todas las etapas. En este aspecto, animamos respetuosamente a todos los actores a evidenciar y dar visibilidad internacional a este enorme esfuerzo” permanente, ampliado y sistemático.

Tras reconocer que esta primera experiencia ha sido compleja y no exenta de dificultades, porque se desarrolla sin tiempos reales para el diagnóstico y con un tiempo de ejecución limitado, sostiene que a pesar de estos desafíos, “seguimos apostando por el trabajo en equipo y nos preparamos para que esta experiencia sirva de base al Plan de Respuesta 2020”.

En este marco, desde Cáritas hacen votos y unen esfuerzos “porque las organizaciones no gubernamentales podamos ir con mayores capacidades y autonomías, gracias al objetivo común de salvar el mayor número de vidas humanas” en Venezuela.

Carlos Zapata

Aleteia Venezuela