San Francisco, que enseguida reconoció en Clara una de esas almas escogidas destinadas por Dios para grandes cosas, prometió ayudarla y se convirtió en su guía espiritual
Santa Clara de Asís / Crédito: Enciclopedia Católica |
Este
11 de agosto celebramos la fiesta de la confundadora de las Hermanas Clarisas
pobres y primera abadesa de San Damián, Santa Clara de Asís, y con tal motivo te
presentamos 5 cosas que todo católico debe saber sobre la vida de esta gran
santa.
1. Es patrona de la
televisión y las telecomunicaciones
A
finales de los años 50, estaba claro que la televisión se estaba convirtiendo
en una de las formas de comunicación más importantes en la sociedad moderna.
Por
ello, el Papa Pío XII quiso ofrecer la bendición y protección de la Iglesia
para esta nueva tecnología. Así, en 1958 publicó la Carta
Apostólica proclamando a Santa Clara Patrona de la Televisión.
En
esta se proclama que la Iglesia apoya la innovación tecnológica, el avance y
recomienda el uso de la tecnología moderna para la proclamación del Evangelio.
Reconoce que la televisión es capaz tanto del bien como del mal, por lo que
quiere que tenga un santo patrono para la protección espiritual.
El
Santo Padre eligió a Santa Clara de Asís (del siglo XIII) por el siguiente
motivo: Cuenta la historia de que en una Navidad, Santa Clara estaba enferma y
no podía salir de su cama para asistir a la Misa. Sin
embargo, milagrosamente, Dios le dio una visión de la Eucaristía en su convento
en tiempo real, algo parecido a una “televisión espiritual”.
2. Fue gran amiga de San
Francisco de Asís
En
la Audiencia General del 15 de septiembre de 2010, el Papa Benedicto XVI afirmó
que “para Clara, sobre todo al principio de su experiencia religiosa, Francisco
de Asís no solo fue un maestro cuyas enseñanzas seguir, sino también un amigo
fraterno”.
Cuando
Clara tenía 18 años, San Francisco acudió a la iglesia de San Giorgio de Asís
para predicar durante la Cuaresma. Clara, después de escucharlo, sintió en su
interior una llama que encendió su corazón y pronto le hizo suplicar a San
Francisco que la ayudara a vivir también “según el modo del Santo Evangelio”.
San
Francisco, que enseguida reconoció en Clara una de esas almas escogidas
destinadas por Dios para grandes cosas, prometió ayudarla y se convirtió en su
guía espiritual.
En
1212, Clara huyó de su casa y se encaminó a la Porciúncula (Italia), donde
entró a formar parte de la Orden de los Hermanos Menores. Clara prometió
obedecer a San Francisco en todo. Tiempo más tarde ella y sus seguidoras se
trasladaron al convento de San Damián, donde la santa permaneció 41 años hasta
el día de su muerte.
Ese
mismo año, Santa Clara y San Francisco de Asís fundaron la segunda orden
franciscana o de hermanas clarisas.
3. Es la primera y única
mujer en escribir una regla de vida religiosa para mujeres
Benedicto
XVI indicó que “Clara fue la primera mujer en la historia de la Iglesia que
compuso una Regla escrita, sometida a la aprobación del Papa, para que el
carisma de Francisco de Asís se conservara en todas las comunidades femeninas
que ya se iban fundando en gran número en su tiempo y que deseaban inspirarse
en el ejemplo de Francisco y de Clara”.
Su
decisión de escribir una regla fue una desviación radical de las normas
religiosas de su tiempo. Solo después de insistir, el Papa Inocencio IV lo
aprobó dos días antes de la muerte de Clara, el 11 de agosto de 1253.
4. Hizo sorprendentes
milagros con panes
Cierto
día, tenían un solo pan para 50 hermanas clarisas. Santa Clara lo bendijo y
rezando todas juntas el Padre Nuestro, multiplicó el pan y lo repartió a sus
hermanas.
Luego
envió la otra mitad a los hermanos menores. Ante esto, dijo: "Aquel que
multiplica el pan en la Eucaristía, el gran misterio de fe, ¿acaso le faltará
poder para abastecer de pan a sus esposas pobres?".
En
otra ocasión, en una de las visitas del Papa Inocencio III al convento, Santa
Clara hizo preparar las mesas y poner el pan en ellas para que el Santo Padre
bendijera.
El
Pontífice pidió a la santa que fuera ella quien lo hiciera, a lo que Clara se
opuso rotundamente.
El
Papa la instó a que hiciera la señal de la cruz sobre los panes y los bendijera
en el nombre de Dios. Santa Clara, como verdadera hija de obediencia, bendijo
muy devotamente aquellos panes con la señal de la cruz, y al instante apareció
en todos los panes marcada la señal de la cruz.
5. Padeció enfermedad
por muchos años
Santa
Clara estuvo enferma 27 años en el convento de San Damián, soportando todos los
sufrimientos de su enfermedad. En su lecho bordaba, hacía costuras y oraba sin
cesar.
El
Papa la visitó dos veces y exclamó: “Ojalá yo tuviera tan poquita necesidad de
ser perdonado como la que tiene esta santa monjita”.
Cardenales
y obispos iban a visitarla y a pedirle sus consejos.
San
Francisco ya había muerto pero tres de los discípulos preferidos del santo,
Fray Junípero, Fray Ángel y Fray León, le leyeron a Clara la Pasión de Jesús
mientras agonizaba.
La
santa repetía: “Desde que me dediqué a pensar y meditar en la Pasión y Muerte
de Nuestro Señor Jesucristo, ya los dolores y sufrimientos no me desaniman sino
que me consuelan”.
Fuente: ACI