¿Te
dejas podar?
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
salimos a la huerta; las tomateras ya estaban cogiendo altura y había que
podar. Normalmente podamos las plantas para quitar las hojas y ramas dañadas o
secas, pero, en el caso del tomate, hay otro motivo importante.
Y
es que esta planta se poda de abajo arriba. Eliminando las ramas más bajas,
dejas que la savia suba, y así los nutrientes se dirigen a los frutos, producen
más y más enriquecidos.
A
veces estamos pendientes de ir a un lado y a otro, tan pendientes del “tengo
que”, que se nos va la savia y la energía corriendo de aquí para allá. Trabajo,
clase, curso, actividades...
El
fin de semana es momento de “podar” esas ramas que no te dejan saborear todo
aquello que el Señor te regala: tu familia, amigos, personas que te rodean...
y, sobre todo, poder parar con Él. El fin de semana, las vacaciones, son días
de podar las ramas de abajo, vivir y disfrutar de lo realmente importante.
Jesús,
en la parábola de la vid y los sarmientos, nos dice que la poda es necesaria
para dar frutos. Por eso, no tengas miedo de quitar aquello que, en el día de
hoy, no te deje ver a las personas o aquello que tu corazón necesita.
Cuando
podas, sientes que dejas al tomate sin ramas, pero lo que no tiene son ramas
secundarias; las realmente importantes quedan sujetas al tronco y guiadas por
un tutor, que las irá sosteniendo en el camino.
Hoy
el reto del amor es que dediques un rato de tu tiempo libre al familiar (hijo,
padre, cuñado, suegra...) o amigo que el Señor te ponga en el corazón. Te
podarás de tu tiempo, pero darás frutos de amor.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma
