La Iglesia en
La Rioja comienza a implantar un servicio de escucha para personas que sufren
por situaciones como un duelo o la soledad
Foto: Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño |
La diócesis de
Calahorra y La Calzada-Logroño ha puesto en marcha una iniciativa inédita en la
región en respuesta a una necesidad cada vez más generalizada en La Rioja.
A
finales de junio la Iglesia local abrirá el primer centro de escucha en la
capital, en la parroquia de Nuestra Señora, y a la vuelta del verano se prevé
reproducir el esquema en otras ciudades cabeza de comarca, explica el vicario
de Pastoral, Víctor Manuel Jiménez, responsable del proyecto.
Vinculados a
los centros de orientación familiar de la diócesis, los centros de escucha
proporcionarán «un servicio a las personas en situaciones de sufrimiento y
soledad, especialmente en casos de duelo prolongado», y saldrán al paso también
de «la problemática del suicidio», aclara Jiménez.
Se trata de «un
verdadero dispositivo de salud que trata de que no se cronifiquen los estados
depresivos o de angustia vital. Que ayudarán a las personas a salir cuanto
antes por medio de una ayuda, de una escucha empática que facilite que sean
ellas mismas, con toda su fuerza interna y sus recursos espirituales, las que
poco a poco vayan superando estos problemas».
La ayuda no
consiste –aclara– en una atención terapéutica. Cuando se precise la
intervención de un psicólogo o de un psiquiatra los centros de escucha les
derivarán los casos. Su ámbito de actuación es más básico. «Hay un perfil que
estamos viendo en las parroquias de personas que necesitan acompañamiento, pero
los servicios públicos no disponen de recursos para ellas, o si acaso la
atención que se les ofrece es muy ocasional, muy dilatada en el tiempo». Esto,
dice el vicario de Pastoral, es lo que «se va a tratar de suplir», creando
«nuevos espacios para la escucha y el acompañamiento personalizado durante un
largo período de tiempo».
Este es un
servicio abierto a cualquiera, creyente o no, pero que, para quien así lo
demande, incluirá «acompañamiento espiritual», ofreciéndose la posibilidad de
«terminar formando parte de un grupo de fe en el que va a poder involucrarse».
A la inversa,
responde a una petición de muchas parroquias que, ante un caso como la muerte
accidental de un joven, «no saben o no tienen medios para ayudar a sus padres
por falta de personal, por falta de sacerdotes o por falta de tiempo».
Colaboración
con la administración
La atención
correrá a cargo de voluntarios. Al frente estará el carmelita indio Ajay
Nazareth, experto en counselling, que de manera informal ha
comenzado ya a ofrecer este servicio en Logroño.
El primer paso
hacia la implantación consistió en unas jornadas celebradas del 2 al 5 de mayo
a cargo del psicólogo Valentín Rodil y otros expertos del Centro de
Humanización de la Salud de los Camilos en Tres Cantos (Madrid), pertrechados
de una unidad móvil que realizó 14 intervenciones a pie de calle en diversos
puntos de la capital riojana. Jiménez resalta que la participación en las
diversas charlas y actividades fue «extraordinariamente elevada».
En un curso
intensivo para voluntarios hubo unos 90 participantes, de los cuales 22 se han
inscrito para formar parte del equipo. Tendrán ahora que pasar «otra tanda de
formación», tras la cual se seleccionará a los integrantes del primer equipo
del centro diocesano de escucha.
Entre los
participantes hubo también representantes de la Administración local y regional
y del tejido asociativo de La Rioja. Está prevista la colaboración con varias
iniciativas, comenzando por el programa Siempre Acompañados, de la Obra Social
La Caixa en colaboración con el Ayuntamiento de Logroño y el Gobierno de la
comunidad, para el acompañamiento a domicilio a personas mayores.
Son dos
servicios muy complementarios, cree el vicario de Pastoral. De modo que
mientras la diócesis puede ofrecer sus servicios de escucha, los voluntarios de
este y de otros programas similares están en disposición de «acompañarlos en
casa o ayudarles en tareas como ir al médico o hacer la compra».
¿Qué es
el counselling?
El counselling o
escucha activa consiste en un tipo de ayuda que permite a la persona descubrir
los recursos internos con los que cuenta para afrontar situaciones de especial
dificultad, como un duelo o un trauma, o le facilitan una mayor serenidad
emocional e intelectual ante decisiones vitales o problemas éticos complejos.
No se trata de
un atención terapéutica como la que puede prestar un psicólogo o un psiquiatra.
Tampoco de una relación de tipo paternalista en la que una persona le dice a
otra cómo debe actuar. Counselling «no es “dar consejos”, sino
un acompañamiento que permite clarificar posturas y decisiones vitales, que
contribuye a encontrar equilibrio emocional, a discernir con criterio ante
problemas éticos», según la definición de los religiosos camilos. «A través del
diálogo con el consejero (counsellor) y en un clima de respeto y
comprensión, la persona en dificultad dispone del marco idóneo para el
autoconocimiento y para la exploración de alternativas saludables para resolver
sus problemas o para el crecimiento personal».
¿Quién es apto
para proporcionar este servicio? El vicario de Pastoral de Logroño, Víctor Manuel
Jiménez, considera que tan importante como los conocimientos teóricos son las
«actitudes personales», que tienen que ver con habilidades como «la empatía y
la capacidad de saber mirar desde el punto de vista del otro, la paciencia…».
A menudo –añade
Jiménez– sucede que personas que han necesitado acompañamiento están en
disposición de ayudar a otras personas a afrontar situaciones difíciles y, de
este modo, «pueden hacer un servicio muy grande».
Ricardo
Benjumea
Fuente: Alfa y
Omega