El
Santo Padre recibió en audiencia este sábado 13 de abril, a los más de cinco
mil miembros del Liceo “Visconti” de Roma, con ocasión del Año Jubilar
Aloisiano
“La escuela es un bien para todos y debe ser
una fuente de inclusión, respeto por la diversidad y colaboración”, lo dijo el
Papa Francisco a los estudiantes del Liceo “Visconti” de Roma, a quienes
recibió en Audiencia este sábado, 13 de abril, en el Aula Pablo VI del
Vaticano, con ocasión de la celebración del Año Jubilar Aloisiano.
Un diálogo constructivo
entre fe y razón
En
su discurso, el Santo Padre alentó a todos los miembros de esta comunidad
educativa a seguir formando integralmente a ciudadanos y cristianos. Recordando
a las diferentes personalidades que fueron alumnos en este Liceo tales como
Eugenio Pacelli, Papa Pío XII, Franco Modigliani, Premio Nobel en Economía, el
Pontífice resaltó el aporte que la educación da al progreso, a la ciencia y al
crecimiento de la sociedad favoreciendo un diálogo constructivo entre fe y
razón. “Los valores del Evangelio – precisó el Papa – que han animado a la
cultura de generación en generación, puedan hoy todavía iluminar las conciencias,
las familias, las comunidades, para que en todo campo se obre en el respeto de
los valores morales y para el bien del hombre”.
Cultivar la pasión por el
conocimiento y la cultura
Asimismo,
el Papa Francisco recordó a las personalidades que pasaron por esa Institución
educativa desarrollando su actividad pedagógica. “En esas aulas, que hoy son
las vuestras, han enseñado grandes científicos como los Padres Clavius, Kircher
y Secchi y muchos jóvenes que marcaron la historia de la Iglesia moderna se
prepararon para partir hacia las misiones. Pienso en particular en el P. Matteo
Ricci, uno de los primeros en establecer un puente de amistad entre China y
Occidente, poniendo en práctica un modelo todavía válido de inculturación del
mensaje cristiano en el mundo chino”.
A
ustedes, les dijo el Papa, les corresponde tomar esta antorcha y llevar
adelante, en las cambiantes condiciones históricas y sociales, esta “pasión”
por el conocimiento y por la cultura que ha caracterizado a quienes los han
precedido. Dije pasión. Desafortunadamente, muchas veces, ante la cultura, ante
la ciencia, uno encuentra indiferencia. No: pasión.
La escuela, fuente de
inclusión y colaboración
El
Santo Padre también hizo referencia al papel de la educación y de la escuela en
la sociedad. La escuela dijo el Pontífice, es un bien para todos y debe ser una
fuente de inclusión, respeto por la diversidad y colaboración. “Es un
laboratorio que anticipa lo que la comunidad debería ser en el futuro. La
experiencia religiosa – señaló el Papa – juega un papel importante en esto, en
el que entra todo lo que es auténticamente humano. La Iglesia se comprometió,
después del Concilio Vaticano II, a promover el valor universal de la
fraternidad basada en la libertad, en la búsqueda honesta de la verdad, en la
promoción de la justicia y la solidaridad, especialmente hacia los más
débiles”.
Año Jubilar Aloisiano
Además,
en el marco de la celebración de los 450 años del nacimiento de San Luis
Gonzaga, Patrono de los jóvenes, el Papa Francisco alentó a los estudiantes a
realizar elecciones importantes para sus vidas, sin dejarse arrastrar por el
dios dinero. El Santo Padre exhortó a los jóvenes a escuchar la voz de su
conciencia, "para que no se conviertan en un trozo de papel que va al
viento de un lado a otro". Y, sobre todo, a "no tener miedo al
silencio": "sólo en el silencio interior se puede captar la voz de la
conciencia y distinguirla de las voces del egoísmo y del hedonismo".
Por
ello, el Pontífice invitó a los jóvenes a liberarse de la dependencia de sus
teléfonos móviles y de muchas otras dependencias. “El teléfono móvil es una
gran ayuda, es un gran progreso; hay que usarlo, es bueno que todos sepan cómo
usarlo. Pero cuando te conviertas en un esclavo del teléfono móvil, perderás tu
libertad. El teléfono móvil es para la comunicación: es tan agradable
comunicarse entre nosotros. Pero tengan cuidado, que existe el peligro de que
esta droga, cuando el teléfono se hace una droga, el peligro es reducir la
comunicación en contactos simples: La vida no se trata de ponerse en contacto
con los demás: se trata de comunicación. Es para comunicarse”.
Los jóvenes capaces de
amar
El
Papa Francisco señaló otra virtud del Patrono de los jóvenes y dijo que él nos
enseña dos dimensiones esenciales: la modestia y la fidelidad. Hay que
"amar con un corazón que se ensancha cada día", "no sin
vergüenza" y permanecer fiel porque "el amor no es un juego":
"El amor – añade el Papa – es lo más hermoso que Dios nos ha dado".
Amar, reitera, "es ampliar el corazón". Amar "no es sólo una
expresión del vínculo emocional de una pareja o de una fuerte amistad".
Una forma concreta de amor es también el compromiso de solidaridad con el
prójimo, especialmente con los más pobres. El amor al prójimo se alimenta de la
fantasía y siempre va más allá: las cosas se inventan para ayudar, para
avanzar... La fantasía del amor: no tengas miedo de esto.
Crecer en generosidad y
soñar en grande
Finalmente,
el Santo Padre condenó la plaga del acoso y recuerda que "el voluntariado
es una de las cosas más bellas y fuertes que tiene Italia". También invitó
a los jóvenes estudiantes del Instituto "Visconti" a "crecer en
el voluntariado", "a no dejarse ganar en generosidad". “Queridos
jóvenes estudiantes, no dejen de soñar a lo grande: soñar a lo grande. Esto es
algo hermoso para los jóvenes: soñar a lo grande; y desear un mundo mejor para
todos. No se conformen con la mediocridad en las relaciones entre ustedes, en
el cuidado de vuestra interioridad, en la planificación de vuestro futuro, en
el compromiso por un mundo más justo y más bello”.
Renato
Martínez – Ciudad del Vaticano
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