El
Papa Francisco dirigió un mensaje a los miembros de la Academia de Líderes
Católicos reunidos en Roma
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Comisión Pontificia para América Latina (Vatican Media) |
Les
recordó que “la política no es el mero arte de administrar el poder… Es una
vocación de servicio…para la generación del bien común”
Identidad del católico en
la política
El
Santo Padre comenzó planteando que la vocación del cristiano y en particular,
la vocación política, nace en la comunidad. En la comunidad, el primer signo es
la amistad entre los miembros, que se descubren por la encarnación de
Jesucristo, “invitados a proponer misioneramente esa misma amistad a los demás
para así dilatar la experiencia que denominamos “Iglesia”.
Francisco
profundiza: “Ser católico comprometido en la política no significa ser un
recluta de algún grupo, organización o partido, sino vivir dentro de una
amistad, dentro de una comunidad”. Este hecho se convierte en condición
necesaria:
“Si
tú al formarte en la Doctrina social de la Iglesia no descubres la necesidad en
tu corazón de pertenecer a una comunidad… en la que puedas vivir la experiencia
de ser amado por Dios, puedes correr el riesgo de lanzarte un poco a solas a
los desafíos del poder, de las estrategias, de la acción, y terminar en el
mejor de los casos con un buen puesto político pero solo, triste y manipulado”.
Objetivo de la política:
construcción del bien común
Jesucristo
nos aporta una mirada nueva de la realidad, en la que lo central es la
“construcción del bien común”.
El
Santo Padre habla sobre la dimensión política de la vida del cristiano, y cita
a San Óscar Romero: “el cristiano verdadero debe preferir su fe y demostrar que
su lucha por la justicia es por la justicia del Reino de Dios, y no otra
justicia”.
El Evangelio nos hace
libres
Estas
palabras, afirma el Papa, “las pronunciaba Romero para que los fieles laicos
fueran libres y no esclavos, para que reencontraran las razones por las que
vale la pena hacer política pero desde el evangelio superando las ideologías”.
Continua
el Santo Padre: “La política es una vocación de servicio… Solo concibiendo así
la política esta colabora a que el pueblo se torne protagonista de su historia
y evita que las así llamadas “clases dirigentes” crean que ellas son quienes
pueden dirimirlo todo”.
Cambio de época en América
Latina
Para
el Papa hay tres sectores emblemáticos que muestran un cambio de época en
América Latina y que potenciarían construir un proyecto de futuro: “las
mujeres, los jóvenes y los más pobres”.
El
Obispo de Roma explica que las mujeres son significativas porque aportan
esperanza: “la esperanza en Latinoamérica tiene un rostro femenino”. Los
jóvenes, “porque en ellos habita la inconformidad y rebeldía que son necesarias
para promover cambios verdaderos”. Los Pobres y marginados, pues en ellos la
Iglesia encarna su opción preferencial.
Lugar de verificación del
compromiso político
Para
el Papa, las mujeres, los jóvenes y los marginados “son protagonistas del
cambio de época y sujetos de esperanza verdadera. Su presencia, sus alegrías y,
en especial, su sufrimiento son una fuerte llamada de atención para quienes son
responsables de la vida pública. En la respuesta a sus necesidades y demandas
se juega en buena medida la verdadera construcción del bien común. Son un lugar
de verificación de la autenticidad del compromiso católico en la política”.
El
Papa Invita a mirar la política más allá de los discursos, por eso, mirar a las
mujeres, los jóvenes y los marginados, en lo concreto, es mirarlos "como
sujetos de cambio y no como meros objetos de asistencia".
Necesaria la presencia de
católicos en la política
El
Papa clama a una nueva presencia de los católicos en la vida política. No se
trata de presentar nuevos rostros. Sino de presentar nuevas alternativas, que
den voz a sectores de movimientos populares y que “expresen sus luchas
auténticas”.
El
Papa afirma que “hacer política inspirada en el evangelio desde el pueblo en
movimiento puede convertirse en una manera potente de sanear nuestras frágiles
democracias y de abrir el espacio para reinventar nuevas instancias
representativas de origen popular”.
Una polifonía de
compromisos
Francisco
afirma con fuerza que “Una misma fe cristiana puede conducir a compromisos
diferentes. Por eso, los invito a que vivan su fe con gran libertad. Sin
creer jamás que existe una única forma de compromiso político para los católicos”.
Termina
su alocución, recordando la figura de San Juan Diego y de la Virgen de
Guadalupe: “Encomendémonos a su intercesión para que cuando las fuerzas nos
falten al luchar por nuestro pueblo, recordemos que es precisamente en la
debilidad que la fortaleza de Dios puede hacer su mejor trabajo (cf. 2 Co
12,9)”.
Manuel
Cubías – Ciudad del Vaticano
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