El capellán, de rodillas como el resto de soldados, dice “¡Jesús es el rey!”, frase que es repetida varias veces por los efectivos militares
En
las redes sociales ha comenzado a circular un video en el que se ve a un grupo
de soldados de Nigeria, en medio del desierto, siendo bendecidos por el
capellán con el Santísimo Sacramento antes de ir a enfrentarse al grupo
terrorista islámico Boko Haram.
En
el video se aprecia al capellán dirigiendo el momento de Adoración Eucarística,
con los soldados cantando.
El
capellán, de rodillas como el resto de soldados, dice “¡Jesús es el rey!”,
frase que es repetida varias veces por los efectivos militares.
El
video ha sido compartido por la cuenta de twitter de Catholic Connect y Ayuda a
la Iglesia que Sufre (ACS) – Italia.
Diversos
usuarios comentan el video, como Michael S. Miller quien asegura que lo va a
guardar para mirarlo “cada vez que quiera dar una excusa para no ir a la
adoración”.
Por
su parte el usuario Izuchukwu eke aloy afirma que “Jesucristo nunca les
fallará” a los soldados y “nos dará la victoria sobre las fuerzas del mal.
Amén”.
Teri
Medina señala que le gustaría “mostrárselo a todos en Occidente y Europa.
Incluso cuando nuestro sacerdote dijo un día que arrodillarse no era la
costumbre en los comienzos. Es porque estamos llenos de orgullo”.
En
2015 los terroristas de Boko Haram juraron lealtad al Estado Islámico.
Boko
Haram es responsable de la muerte de miles de personas y del secuestro de
niñas, especialmente cristianas para forzarlas a convertirse al islam.
Aunque
Nigeria se alió con Níger y Chad para crear una fuerza que enfrente a Boko
Haram, la amenaza aún no ha podido ser erradicada.
En
abril de 2015 el Obispo de Maiduguri (Nigeria), Mons. Dashe Doeme, aseguró que
la oración del Rosario es el arma para vencer al “demonio del terrorismo” de
Boko Haram que persigue a los cristianos.
El
Prelado hizo esa afirmación en el congreso “Todos somos Nazarenos” realizado en
Madrid, España, donde contó una intensa experiencia espiritual personal que le
permitió comprender un poco más la fuerza de la oración mariana.
Fuente:
ACI Prensa