Con la sangre de los mártires hombres y mujeres que dan su vida, hoy hay tantos de ellos, no son noticia, curioso, no son noticia, el espíritu del mundo no tolera el martirio, lo esconde
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| Papa, audiencia general |
“La
Iglesia crece en el silencio, en la oración y con las obras buenas que dan
testimonio”, es el mensaje del Santo Padre publicado en su cuenta oficial de
Twitter @Pontifex, el día de hoy.
Las
palabras del Papa Francisco muestran la manera en que actúa Dios en la
cotidianeidad de la vida de la Iglesia, pues su acción no es espectacular, sino
que crece en el silencio, la oración y las buenas obras.
Las buenas obras no son
noticia
Recordamos
las palabras del Papa en la misa en Santa Marta el pasado 15 de noviembre: “El
Señor nos ha explicado, con la parábola del sembrador, cómo crece la Iglesia:
el sembrador siembra y la semilla crece de día y de noche. Dios da el
crecimiento y después se ven los frutos”.
Pero
esto es importante, subraya, primero, la Iglesia crece en silencio, a
escondidas y la Iglesia se manifiesta por los frutos de las buenas obras, para
que la gente vea y glorifique al Padre que está en los cielos.
El
Papa insiste en que hay hechos que no son noticia: “En un mundo lleno de la
espectacularidad. Jesús escogió el camino del sufrimiento, con la sangre de los
mártires hombres y mujeres que dan su vida, hoy hay tantos de ellos, no son
noticia, curioso, no son noticia, el espíritu del mundo no tolera el martirio,
lo esconde”.
Pocas
veces aparece en los medios de comunicación la vida de miles de voluntarios,
personas de buena voluntad, que ofrecen a diario su tiempo por mejorar la
condición en que existen millones de personas. Es más fácil encontrar el
listado de los desastres y de los muertos. La lucha por la vida necesita de más
espacio para ser comunicada.
La seducción del
espectáculo
El
Papa constata que: “La iglesia crece por testimonio, por oración, por el
Espíritu que está dentro, no por los eventos. Ciertamente que los eventos
ayudan, pero lo que hace crecer a la Iglesia no es el ruido y la trompeta, sino
el testimonio. Pero el verdadero crecimiento se da en el silencio, a
escondidas, con las buenas obras y con la celebración de la eucaristía. No
podemos pensar en una Iglesia que crece con eventos, que no es capaz de crecer
en silencio”.
El
Papa llama la atención de los cristianos sobre un punto de mucha actualidad: en
una sociedad del espectáculo, del ruido, de las luces, de la publicidad, el
silencio es un espacio privilegiado para crecer como personas y como comunidad.
Esto se constata en aquellas comunidades que, habiendo decidido no dejarse
llevar por el torrente del consumo, son capaces de escuchar a Dios y sentarse
al lado de los hermanos para compartir el momento del encuentro, de la palabra
y de la celebración sencilla. Esto posibilita crecer en humanidad.
Manuel
Cubías – Ciudad del Vaticano
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