La reciente Ley del Estado-Nación crea una
"base constitucional y legal para la discriminación" contra las
minorías
Manifestation des écoles chrétiennes en Israël ©AHMAD GHARABLI / AFP PHOTO |
Muchos cristianos que viven en Israel, así
como otros ciudadanos árabes palestinos y migrantes que viven en ese Estado,
“se encuentran sistemáticamente discriminados y marginados”.
Es la denuncia de la
Coordinadora de las Conferencias Episcopales para la Iglesia en Tierra Santa
tras su peregrinación anual a Israel y Palestina realizada del 12 al 17 de
enero de 2019.
Los obispos de diversos países
del mundo que forman parte de esta coordinadora expresaron una especial
preocupación por la Ley del Estado-Nación (Nation
State Law) aprobada el 19 de julio de 2018.
Esta ley crea una “base
constitucional y legal para la discriminación” contra las minorías,
socavando los ideales de igualdad, justicia y democracia, según los líderes
cristianos locales.
Los obispos expresaron su
solidaridad con todos los cristianos de Israel, que “se enfrentan a profundas
dificultades en todos los aspectos de su vida”, y apoyaron la llamada a
proteger el pluralismo de Israel de todos los que desafían la discriminación.
Cuando hace seis meses se aprobó la ley que declara oficialmente Israel como el
“Estado Nación del pueblo judío, los obispos católicos en Tierra Santa ya
denunciaron que fomenta la exclusión y contradice la misma legislación israelí
que desde su constitución protege “los derechos humanos, el respeto de la
diversidad y la consolidación de la justicia, la igualdad y la paz”.
Esa norma reserva el derecho a
la autodeterminación únicamente a los judíos, otorga un valor nacional a los
asentamientos judíos sobre los territorios ocupados y establece que el hebreo
sea la única lengua oficial, degradando la lengua árabe.
Sin embargo, en Israel hay
ciudadanos israelíes de diferentes orígenes que coexisten y trabajan juntos por
el bien común.
Los cristianos realizan una
contribución “vital”, “especialmente a través de las escuelas, los
hospitales, la participación en la vida pública y el interés por construir
puentes entre las diferentes religiones”, constatan los obispos de la Coordinadora.
Y “desean vivir como
ciudadanos de pleno derecho, con sus derechos reconocidos en una sociedad
plural y democrática”.
“Reconocemos que Israel se fundó
en los principios declarados de igualdad entre todos sus ciudadanos -añade la
Coordinadora-. Y esto debe convertirse urgentemente en una realidad viva”.
Patricia
Navas
Fuente: Aleteia