El Papa Francisco en Tv2000 hablará esta noche (por ayer) sobre la muerte |
“El
pecado es la ilusión de no morir jamás”. Lo afirma el Papa Francisco en el
octavo episodio de “Ave María”, el programa de Don Marco Pozza esta noche (por
ayer) en TV2000, a las 21.05. Hoy el comentario sobre oración más conocida del
mundo a partir de la invocación “Ahora y en la hora de nuestra muerte”
El
Papa Francisco recuerda al diablo, a Eva e invita a reflexionar sobre la
muerte. “Es un momento no fácil – afirma – pero pensar en la muerte como final
del camino es una realidad”. “Durante una vida de pecado – precisa – uno dice
que sabe que morirá, pero no piensa. Es una ilusión. Es así como el Ave María
comienza con la gran verdad de la salvación y termina con la gran verdad de la
condición humana, fruto del pecado”.
La paz
En
el momento de la muerte, agrega el Papa Francisco, “le pediría a María que esté
cerca mío y que me de paz”. Y en el diálogo con Don Marco Pozza revela que hizo
el ejercicio de la ‘buena muerte’, que un tiempo se practicaba en el seno de
los seminarios precisamente para acostumbrarse a la muerte. Cuando comienza el
sudor, se dice: ‘Jesús misericordioso ten piedad de nosotros’. Era la costumbre
de aquel tiempo, era realista”.
Los jóvenes y la cultura
“gaseosa”
El
Pontífice dirige un pensamiento también a los jóvenes y a su sensación de
soledad y de abandono. “Con nuestra cultura y nuestras propuestas – explica –
hemos desarraigado a aquellos jóvenes. Les hemos hecho hacer una cultura sin
concreción, una ‘cultura líquida’ para usar una fórmula de un filósofo, es
más, yo diría ‘gaseosa’, sin raíces. Pienso que nuestra civilización es
culpable. Los jóvenes hoy tienen necesidad de radicarse. María nunca perdió sus
raíces”.
La justicia
Francisco
habla también del suicidio: “El suicidio – dice – es un poco cerrar la puerta a
la salvación. Soy consciente de que en los suicidios no hay plena libertad”.
Finalmente, una alusión a la ‘hermana muerte’ usada por San Francisco de Asís.
“Me gusta pensar en la muerte como el acto de justicia final. El pecado paga
esto, pero abre la puerta para la redención por otra parte. Convivir con la
muerte no es de mi cultura, sino que cada uno de nosotros tiene la propia y
puede hacerlo”.
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