Como cada 28 de diciembre, un año más el doctor Poveda protagonizó la
protesta frente al negocio abortista Dator en Madrid
Este año no ha sido detenido, pero se enfrenta a una
multa que podría ascender hasta los 30.000 euros por desobediencia a la
autoridad.
No se recuerda entre los más veteranos de la jornada
de resistencia (frente a las 364 de asistencia) que se realiza cada año el 28
de diciembre, día de los Santos Inocentes, frente al negocio abortista Dator de
Madrid, un ajetreo de idas y venidas de coches de Policía para casi nada.
Es tradicional que a esta jornada liderada por el
doctor Jesús Poveda se sume, cumpliendo sus obligaciones, la Policía. En
unas ocasiones, una pequeña patrulla, en otras, hasta con la presencia de tres
vehículos de la Unidad de Intervención Policial que acaban por desalojar con el
uso legítimo de la fuerza a los manifestantes y, de forma habitual, con la
detención del propio Poveda.
En este año 2018, a la protesta ha acudido alrededor
de una veintena de personas entre los que llegaban y se marchaban, que han
mantenido su presencia desde las ocho y media de la mañana hasta cerca de la
una de la tarde.
Primero una patrulla, luego otra. Se quedaban tres
policías que se iban y volvían al rato. Después, la presencia de una furgoneta
de la UIP, con tres agentes ‘antidisturbios’ que, al cabo de diversas
comunicaciones, tan sólo requirieron los datos del propio Poveda, fundador
de la Escuela de Rescatadores y el grupo Provida de Madrid.
Cuando el grupo se disponía a marcharse, un agente ha requerido
al doctor Poveda para que esperara porque se estaban haciendo «unas gestiones».
Y no tardó en llegar el resultado: la Policía ha propuesto para sanción al
conocido líder provida español por «desobediencia a la autoridad» al no
atender los requerimientos para que se retirara de la puerta del negocio
abortista, donde se ha sentado durante cuatro horas ataviado con una
camiseta en la que se podía ver el número oficial de muertos por aborto
en España en el año 2017, último dato conocido.
Poveda ha recogido la propuesta de sanción agradeciendo
a los agentes que hayan cumplido con su deber, al tiempo que recordaba que
él había actuado en conciencia.
El artículo 556.1 del Código Penal establece pena
de prisión de tres meses a un año o multa de seis a dieciocho meses para
quienes «resistieren o desobedecieren gravemente a la autoridad y sus agentes
en el ejercicio de sus funciones». La multa podría ir desde los 601 euros a
los 30.000, dependiendo de la gravedad.
No ha habido detención como otros años. Uno de los trabajadores
del abortorio, el que suele hacer funciones de «puerta» y que ya es viejo conocido
de los rescatadores, comenta que al parecer los policías les han dicho
que hay orden «de arriba» de que no se lleven esposado a la Comisaría
de Tetuán a Poveda. Eso le daría más publicidad.
A lo largo de la mañana han entrado varias parejas
al abortorio. La mayoría a pedir información. Hay una pareja de aspecto asiático.
Una voluntaria comenta que en Dator hay una trabajadora social china y otra
española que habla el idioma.
Pese a la presencia de los voluntarios, entran por la
puerta sin problemas y todos se llevan una sonrisa y la oferta de ayuda e información.
Los trabajadores del negocio abortista no los dejan salir por el mismo
sitio, sino por una puerta secundaria, no sea que se produzca una
posibilidad de perder un «cliente».
Daniel
«el flaco»
La esquina en la que se encuentra la puerta principal
del negocio abortista Dátor es gélida a estas alturas del año. Y permanecer de
pie o sentado durante cuatro horas allí resulta verdaderamente incómodo.
Para resistir, los voluntarios provida charlan entre
sí, se dan pequeños paseos y cuentan anécdotas. En la conversación de hoy ha
surgido la de Daniel «el flaco» y la ha contado el propio Poveda.
Daniel «el flaco» es un antiguo trabajador de Dator. Los más
veteranos rescatadores lo recuerdan por su aspecto. «Era tan flaco que
pensábamos que estaba enfermo», recuerda María.
Poveda evocó que hace unos meses se encontró con él en
mitad de Madrid y le saludó. «Qué alegría verte por aquí, lejos de ese lugar
tan horrible en el que nos solíamos ver». Para su sorpresa, la respuesta de
«el flaco» fue impactante: «Yo también me alegro. Aquello ya es una época
pasada a la que no quiero volver. Vosotros no lo sabéis, pero tenéis
una fuerza impresionante».
Fuente: Actuall