En
los años 80, una joven universitaria fue protegida por el poder de la oración a
la Virgen
Ted Bundy es considerado uno de los
asesinos en serie más peligrosos de finales del siglo XX. Antes de ser
ejecutado en la silla eléctrica, admitió haber violado y asesinado a 36
mujeres. Sin embargo, expertos creen que fueron más de 100, aunque nunca se
haya podido demostrar.
Su
prototipo de víctimas eran estudiantes universitarias de cabello largo y
oscuro; algunos lo atribuyen a que así era la novia que le había partido el
corazón cuando era joven.
Una
joven con estas características físicas estaba en la lista de Bundy, pero el
consejo de su abuelita la salvó sin ella ni siquiera darse cuenta. El asesino
entró a la casa de hermandad Chi Omega de la Universidad Estatal de Florida y
mató a dos de las chicas que estaban allí, pero cuando iba en búsqueda de su
tercera víctima, “algo lo detuvo”.
Unos
dicen que cuando entró a la habitación de la tercera joven armado con un bate,
vio que tenía un rosario entre sus manos mientras dormía y, aunque quería
acabar con su vida, sintió una fuerza misteriosa que se lo impedía. Otros
aseguran que esta “fuerza misteriosa” le advirtió que ni siquiera entrara a esa
habitación.
En
cualquiera de los dos casos, esta joven no murió esa noche y confesó que su
abuela le había pedido que siempre al final del día rezara el rosario para que
la Virgen la protegiera; incluso si estaba cansada y se quedaba dormida
recitando los misterios, como pasó esa noche.
Además,
también fue ese crimen de Bundy en esa universidad el que dejó la evidencia
necesaria para atraparlo y llevarlo a prisión, acabando con su serie de
asesinatos.
Sin
duda, el poder del rosario es infinito. Hay muchísimos otros casos donde el
manto de la Virgen protegió a quienes lo rezaron con fe y convicción. Por
ejemplo, el de los filipinos en 1986, quienes se “enfrentaron” a las fuerzas
militares del dictador Ferdinando Marcos rezando el rosario. Los soldados
salieron de sus tanques, bajaron las armas y se unieron a la gente para acabar
con el régimen de Marcos.
Y
es que no olvidemos lo que el reconocido exorcista de la Diócesis de Roma y el
Vaticano, el Padre Gabriele Amorth, escribió en su libro Yo, el último
exorcista: “Durante un exorcismo, Satanás me dijo por medio de la persona
poseída: ‘Cada Ave María del rosario es para mí un golpe en la cara. Si los
cristianos conocieran el poder del rosario, sería mi fin”.
Adriana
Bello
Fuente:
Aleteia